Para que nadie pueda decir ‘ya ha llegado Aste Nagusia y yo con estos pelos’ las peluquerías de Bilbao trabajan a todo gas estos días. Y es que nadie quiere quedar con los amigos o salir de fiesta y no estar con su mejor cara. Porque hay que ser sinceros, esos peinados tan pensados que te haces en casa con todo tu empeño aguantan más bien poco una vez te metes en la vorágine nocturna de El Arenal. Si vas con el pelo suelto y planchado, acabas con una coleta mal hecha, si te haces una coleta un poco arreglada se convierte en medio de la noche en un moño, y si vas engominado acabas con el pelo lleno de purpurina ya sea porque has pasado por Pinpilinpauxa o porque te has encontrado con alguien que había estado allí (ya sabemos que ese brilli-brilli se pega más que una gripe). De una forma u otra no vuelves a casa igual que como has salido.
Por ello, peluqueras como Yolanda Aberasturi, que es además una ilustre de Bilbao, están sin parar durante estos días. Aberasturi no solo peina a los bilbainos y bilbainas, también a muchos famosos que pasan por la capital vizcaina en Aste Nagusia. Abrió su primer salón en abril de 1993 y actualmente cuenta con dos en Bilbao, en las calles Máximo Aguirre y Alameda Mazarredo, y otro en Las Arenas.
De Nati Abascal a Andrea Bringston
Por sus salones han pasado mujeres tan populares como Isabel Preysler, Antonia DellAtte, Nati Abascal, Carla Royo Villanova, Maribel Verdú, Amparo Larrañaga, Mar Flores, Sofía Mazagatos, Gemma Ruiz, Mª José Suárez, Amparo Muñoz, Alejandra Prat, María Jiménez, Luis Merlo, Ángela Carrasco, Esperanza Roy, Juanjo Artero, Cristina del Valle, Tamara, María Asquerino, Julia Torres, Andrea Bringston y Paula Vázquez, entre otras.
Según cuenta, “justo antes de Aste Nagusia” tuvo “el placer” de peinar a Amparo Larrañaga, que se había acercado hasta Bilbao para disfrutar de unos días de vacaciones. “Me dijo que en Madrid no le aciertan con el corte ni con el color y que cada equis tiempo tiene que venir a nuestra peluquería”, relata sobre su conversación con la actriz. A lo largo de los próximos días confiesa que se pasarán por su salón diferentes intérpretes que se encuentran realizando obras de teatro con motivo de Aste Nagusia. “Siempre tenemos visitas agradables”, asegura.
Los colores y peinados estrella
Sin embargo, también atenderá estos días a sus “clientas más fieles” y a muchos nuevos que van llegando ya que señala que “está habiendo una gran actualización en la clientela”. En fiestas, asegura, “lo más importante” es tener una buena base. “Hay que tener el pelo bien de color y llevar un buen corte”, matiza. Cuenta que están siendo tendencia los colores como el rubio, “que siempre triunfa” y se están empezando a ver, cara a otoño, los rojos oscuros. Además, desvela que llega una tendencia nueva que se basa en tener las raíces claras y la punta oscura.
Sobre los peinados más destacado estas fiestas, señala que la gran mayoría se decanta por los recogido “cómodos y frescos”. Entre ellos destacan las coletas, las trenzas y los moños bajos. “Hay un peinado que está teniendo mucho éxito que son las coletas medio altas onduladas, que son muy elegantes y bonitas”, indica.
Más allá de las ‘pelus’
Pero las peluquerías no son la única opción en Aste Nagusia para ir con el pelo impecable todos los días. Hay otras alternativas que, además, te brindan la solución en pleno recinto festivo. Efectivamente, hablo de los puestos que hay en El Arenal en los que te puedes hacer desde media cabeza llena de trenzas hasta todo el cuero cabelludo completo. Una buena solución para no tener que pensar peinado durante la semana de fiestas. Imagínate levantarte, ducharte y nada más salir de la ducha mirarte al espejo y estar impecable. ¿Dónde hay que firmar?
Eso sí, si te planteas ir ármate de paciencia porque, dependiendo del pelo que tengas, puedes estar horas ahí sentado mientras te peinan. Por lo tanto, te recomiendo que aprovechando que estás en pleno recinto festivo, te lleves contigo a un amigo que te de conversación y te vaya rellenando el vaso cada poco tiempo. A ver cuándo vas a poder estar en plena sesión de peluquería tomándote un kalimotxo y cantando ‘Potra Salvaje’ a pleno pulmón.
