Bilbao celebra este viernes el día grande de sus fiestas sin que decaigan las ganas de disfrutar y con un tiempo muy del norte, cielos encapotados y sirimiri, tras las jornadas de sol e intenso calor que han marcado esta Aste Nagusia que encara ya su recta final.
El Arenal ha acogido desde primeras horas el tradicional certamen gastronómico dedicado en esta ocasión al bacalao al pil-pil.

Mientras los adultos se afanaban en preparar la mejor cazuela, los más pequeños hacían lo propio en el "gastrotxiki", donde han tenido la oportunidad de elaborar un pintxo muy habitual en las barras vascas, la gilda.
En la cercana plaza del Teatro Arriaga se ha celebrado asimismo la clásica liga de campeones de Aizkolaris de Oro 2023 y se ha llevado a cabo una exhibición de levantamiento de piedras y de "txingas" (pesas).
Esta muestra de deportes vascos ha reunido a un buen número de personas, entre ellas numerosos extranjeros que fotografiaban y grababan con curiosidad.
La banda municipal de música ha amenizado el recinto festivo, que también ha acogido el campeonato escolar de ajedrez, mientras las bilbainadas recorrían el Casco Viejo.
Por la tarde la fiesta continúa en las calles de Bilbao, que este viernes ha amanecido con los cielos encapotados, sirimiri y unas temperaturas que al mediodía rondaban los 25 grados tras días de calor sofocante, especialmente el miércoles, cuando los termómetros superaron los 40 grados en la capital vizcaina.
La música, con diversas romerías y verbenas, y el teatro de calle son los platos fuertes de la jornada vespertina.
Ya por la noche será el turno de Esne Beltza en Abandoibarra y del concierto de "LOS40 Pop" en el parque Europa, mientras que los fuegos artificiales correrán a cargo de la pirotecnia del Mediterráneo.