La nueva zona de lanzamiento de los fuegos artificiales de Bilbao se ubica en uno de los tres campos de fútbol de hierba artificial en Mallona. El espacio desde el que se lanzan cada noche los fuegos está vallada, protegida con un toldo ignífugo y una capa de arena. Con estas medidas este año se ha reforzado la seguridad de los lanzamientos y minimiza los riesgos potenciales y que no es la única adoptada en este sentido en esta edición de Aste Nagusia. El alcalde de Bilbao Juan Mari Aburto, acompañado de la concejala de Seguridad Ciudadana, Amaia Arregi, ha visitado este mediodía la nueva zona acotada de lanzamiento de los fuegos artificiales.

Todos los elementos pirotécnicos que se usarán este año serán de 125 milímetros de calibre. Los que se venían lanzando hasta ahora, que podían llegar a 150 milímetros, y en raras ocasiones a 175. Y se está haciendo uso de un servicio aéreo de control con drones. Con relación a este último aspecto, el alcalde Aburto ha podido asistir también a las explicaciones de un responsable la empresa que se está encargando de esta labor y contemplar in situ en qué consiste.

CONTROL CON DRONES

Cada noche se realizan vuelos mediante drones, con carácter preventivo para la detección de posibles conatos de incendios o puntos calientes, durante y tras el lanzamiento de los fuegos, al menos hasta 30 minutos después. Toda la información se está recogiendo en vídeos para archivo o posible consulta en caso de incidente. El campo desde el que se lanzan los fuegos es de césped artificial autoextinguible, además está vallado y protegido con un toldo ignífugo y una capa de arena de unos 5 centímetros que, además de por seguridad, se reparte para dar estabilidad al terreno y mejorar las condiciones de lanzamiento.