El Ayuntamiento de Bilbao ha incluido nuevas actuaciones para que los fuegos artificiales de Aste Nagusia sean más seguros, minimizar riesgos.

Dejando claro que lo ocurrido en las últimas fiestas no fue ocasionado por el lanzamiento pirotécnico, según un informe realizado por los Bomberos de Bilbao, la concejal de Seguridad del consistorio bilbaino, Amaia Arregi, ha informado esta mañana de varias de las novedades implementadas para evitar que en los alrededores del Casco Viejo, –ubicado justo debajo de la zona de lanzamiento desde el parque de Etxebarria–, pueda sufrir percances.

El primero y básico ha sido mover la zona de lanzamiento unos 50 metros más atrás de la tradicional ubicación sita en la zona plana más cercana a la caida de la colina de Etxebarria. Desde mañana se lanzarán los fuegos desde el campo de futbol de césped artificial, sito en la parte trasera de Mallona. 

Fuera de la zona de seguridad

Con este nuevo lugar, que hoy ya estaba siendo ocupada por la primera pirotécnica que lanzará mañana, la asturiana Devita, "todos los edificios de la calle Ascao quedan fuera de la zona de seguridad", ha dicho Arregi, o lo que es lo mismo están más alejado de la caída de los cohetes.

Además y en coordinación con los representantes de las dos comunidades de vecinos afectadas el pasado año se ha determinado regar los tejados de sus edificios antes de los fuegos "aunque desde los hosteleros de la misma calle se han quejado porque va a afectar a sus terrazas", ha indicado. Arregi esperaba que según pasen los días, los bomberos puedan cubrir las necesidades de ambos colectivos.

Pero hay más medidas. Se ha restringido la potencia de los fuegos artificiales para que no cojan tanta altura y su radio de caída no sea tan amplio. Ahora ninguna carcasa a lanzar podrá pasar de los 125 milímetros de calibre cuando en años anteriores también se disparaban de 150 milímetros, y en raras ocasiones de 175.

Así mismo, el Ayuntamiento ha contratado una empresa de drones para que lance al aire varios dispositivos que volarán con carácter preventivo para la detección de posibles conatos de incendios o puntos calientes, durante y tras el lanzamiento de los fuegos al menos hasta 30 minutos después. Arregi ha detallado que "se recogerá toda la información en vídeos para archivo o posible consulta en caso de incidente".

Camión de bomberos más cercano

Finalmente se ha determinado acercar más los bomberos a la zona caliente del Casco Viejo y el camión que otros años se situaba en las inmediaciones del Ayuntamiento, cerca de San Agustín se ubicará en el cruce de las calles Esperanza y Viuda de Epalza para intervenir más rápidamente en caso de necesidad.

Arregi ha concretado que se han analizado varias opciones como buscar otro lugar más alejado para efectuar el lanzamiento de los fuegos pero "no se ha encontrado ninguno factible". Además también se ha barajado la posibilidad de lanzar fuegos artificiales mediante drones. De hecho, la edil ha reconocido que se ha hablado con el Ayuntamiento de Santander que este año montó un espectaculo lanzando 200 drones al aire de forma coordinada sobre la bahía de la capital cántabra. "Pero es una tecnología todavía por explorar solo será visual ya que no admite ruido y además de los 200 drones, ocho se perdieron cayendo en el mar y aquí no nos podemos arriesgar que caigan sobre personas", ha concluido.