El expresidente francés François Hollande rechazó ayer el pacto electoral para las próximas legislativas que el Partido Socialista está negociando con el del izquierdista Jean-Luc Mélenchon. "Ese pacto no se puede hacer y no se hará. Hay demasiados desacuerdos programáticos", subrayó el presidente socialista entre 2012 y 2017 en la radiotelevisión pública France Info.

Para el antiguo inquilino del Elíseo, una candidatura común supondría que los socialistas no presentarían candidatos en tres cuartas partes de las circunscripciones, "algo que no ha sucedido nunca en la historia de la izquierda". Recordó que cuando su partido era mayoritario los comunistas no renunciaban a sus propias candidaturas. Hollande señaló que existen diferencias muy profundas con el partido La Francia Insumisa (LFI) de Mélenchon, tercero de la primera vuelta de las pasadas presidenciales con casi el 22% de los votos, lo que le coloca en posición de fuerza en la negociación con los socialistas.

Un eventual acuerdo, señaló el expresidente, significaría que el PS renunciaría a su vocación europea, porque Mélenchon preconiza la "desobediencia" de los tratados europeos. También señaló que marcaría la salida de Francia de la OTAN, que no podría seguir ayudando a Ucrania en su guerra contra Rusia. "Nadie niega el diálogo, pero negociar no es desaparecer", dijo Hollande, muy crítico con la actual dirección del PS, que ha amenazado con expulsar del partido a quien se oponga a ese diálogo.

El actual líder del partido, Olivier Faure, asegura en el diario Le Figaro que "una coalición no es una sumisión", considera que "Mélenchon está en condiciones de unir a la izquierda" y alerta de que "el aislamiento supone la desaparición". El expresidente aseguró que las ideas socialistas de justicia social, defensa de los servicios públicos, europeísmo y lucha contra el cambio climático siguen estando presentes en el país e hizo un llamamiento para una refundación del PS tras las legislativas.

Para ello, apeló a los presidentes regionales y alcaldes, además de a las grandes figuras históricas del partido y a los jóvenes. Aunque reconoció parte de responsabilidad en la caída del PS, cuya candidata, Anne Hidalgo, tuvo su peor resultado histórico, menos del 2% en la primera vuelta de las presidenciales, acusó a la actual dirección de no haber hecho su trabajo durante los últimos cinco años. En caso de desaparición del PS, alertó, "la alternativa serían los extremos".

Hollande no negó las especulaciones que apuntan a que se presentará a las legislativas en su circunscripción histórica de Corrèze, en el centro del país, y aseguró que tomará la decisión en los próximos días. El expresidente se mostró muy crítico con el actual jefe de Estado, Emmanuel Macron, por quien pidió el voto en la segunda vuelta para impedir el triunfo de la extrema derecha. "Durante su mandato los dividendos de las empresas han progresado, los salarios de los directivos han subido de forma provocadora (...) se han agravado las desigualdades. En un momento como este, hay que pedir más contribución a los más ricos", afirmó.

Acuerdo

Mientras, el movimiento liderado por Mélenchon anunció un acuerdo con la pequeña formación Génération.s, fundada por el antiguo aspirante socialista de 2017, Benoît Hamon. En un comunicado, ambas fuerzas confirmaron el entendimiento para las elecciones al Parlamento francés, que se celebran entre 12 y el 19 de junio y vistas por la izquierda como una especie de revancha por la derrota en las presidenciales de abril, en las que el liberal Emmanuel Macron se impuso a la ultraderechista Marine Le Pen.

"Ese pacto no se puede hacer y no se hará. Hay demasiados desacuerdos programáticos"

"Nadie niega el diálogo, pero negociar no es desaparecer. No es posible"

Expresidente de Francia