- El primer ministro neerlandés, Mark Rutte, aseguró ayer que la Comisión Europea está “motivada” para dar “todos los pasos necesarios, uno a uno” ante la ley homófoba aprobada en Hungría, lo que incluye aumentar la presión, exigir explicaciones e imponer sanciones.

En una rueda de prensa, el jefe del gobierno neerlandés en funciones subrayó que ya se envió una carta con “preguntas detalladas” a la ministra húngara de Justicia, Judit Varga, para “entender exactamente lo que está pasando” y “trasladándole las preocupaciones” que tiene la Comisión sobre las leyes húngaras relativas a la homosexualidad y pedofilia.

Entre las cuestiones, agregó Rutte, la Comisión preguntó sobre cómo “se vinculan de alguna manera” la homosexualidad y la pedofilia, y cómo los jóvenes no pueden acceder a información sobre su sexualidad en los medios de comunicación, por lo que se dejó claro a Hungría “que esto está contra el artículo 2 del tratado fundacional de la Unión Europea (UE)”. “Es el primer paso. Ahora el Gobierno húngaro tiene que reaccionar y los siguientes pasos dependen de la Comisión”, explicó el político liberal.

Rutte también aclaró que él “no pidió al primer ministro húngaro Viktor Orbán que abandone la UE, sino que le exigió “derogar las enmiendas a la legislación existente” en Hungría: “Y si no quiere hacerlo, no entiendo por qué Hungría querría estar en un club que claramente tiene valores que son bastante contradictorios con los que tiene él”.

Lo cierto ea que solo Polonia, tradicional aliado de Hungría en estos asuntos, y Eslovenia, cuyo primer ministro, Ivan Jan?a, es conocido como el Trump europeo, defendieron la postura húngara en el debate sobre derechos del colectivo LGTBIQ en la cumbre después de que la presidenta de la Comisión Europea advirtiera esta semana de que la legislación magiar que equipara la pedofilia con la homosexualidad era “vergonzosa”.

Así, el primer ministro portugués, António Costa, afirmó ayer que “nadie obliga a nadie” a ser un Estado miembro de la Unión Europea y consideró que “no es aceptable” que un país que no comparte los valores fundamentales de la Unión, como es el caso de Hungría con su ley anti LGTBIQ, sea parte del club comunitario. “No puedes ser miembro de la Unión Europea si no respetas y aceptas los valores de la Unión Europea. Nadie obliga a nadie a ser miembro, todos hemos dicho que queríamos unirnos y que estábamos de acuerdo con esos valores”, señaló.

Para el presidente francés, Emmanuel Macron, la ley húngara que prohibe hablar de la homosexualidad en colegios y medios de comunicación es “totalmente contraria” a los valores de la UE y promueve la homofobia. “Es, en suma, una ley totalmente contraria a nuestros valores y nuestro Derecho”, señaló en una rueda de prensa posterior a la cumbre europea Macron afirmó que bajo el pretexto de “proteger la educación de los menores confunde varios temas y asocia la pornografía, la pedofilia, con la homosexualidad”. “Ha legitimado plenamente la homofobia”, apostilló.

Por su parte, el primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel, reconocido militante homosexual, afirmó ayer que es “triste” que se tenga que activar un procedimiento de infracción contra Hungría. “Hay reglas, procedimientos hoy que existen a nivel jurídico y que deben ponerse en marcha para verificar, pero es triste cuando llegamos ahí. Si la columna vertebral de Europa, que es la del Derecho, la de los valores, debe ser garantizada por los jueces y no por los políticos, no es una buena señal para Europa”, apostilló.