La Comisión Europea propuso ayer endurecer las restricciones de movilidad para aislar de manera tajante a las zonas con una incidencia acumulada de más de 500 casos de coronavirus por cada 100.000 habitantes en 14 días. La nueva recomendación, que Bruselas espera que los Estados miembro aprueben en cuestión de días, supondría la prohibición de viajar, salvo causa excepcional, para los residentes en las zonas afectadas, algo que, por el momento, no afectaría ni a Nafaroa, cuya incidencia acumulada se sitúa en 471,56, ni a la Comunidad Autónoma Vasca, que con una incidencia de 457,97, tampoco supera el umbral fijado por la Comisión.

Asturias, con una incidencia de 494,23 casos acumulados por 100.000 habitantes en los últimos 14 días, estaría en el límite del umbral europeo. Asimismo, Cantabria y Canarias con 411,65 y 189,52 casos, respectivamente, tampoco superarían el umbral establecido.

Ante la tercera ola y el riesgo por las nuevas cepas, la CE desaconsejó los viajes no esenciales en la UE, especialmente en estas zonas de alto riesgo, marcadas de “rojo oscuro”. Para los desplazamientos necesarios en estas áreas, los estados tendrían que exigir una PCR negativa previa a la llegada y hacer cuarentena. “Es urgente reducir las infecciones relacionadas con los desplazamientos”, defendió el eurocomisario de Justicia, Didier Reynders.

coordinación, no prohibición

Esta propuesta supone un intento más para coordinar las restricciones en el bloque y evitar un cierre generalizado de las fronteras como pasó al inicio de la pandemia. La decisión final está en manos de los Estados miembro, que tienen en gran parte las competencias en esta área. Por ejemplo, Bélgica ha prohibido directamente los viajes no esenciales, a pesar de que la CE se opone al cierre de fronteras o prohibiciones generalizadas de los desplazamientos.

En este sentido, Reynders insistió que Bruselas avala que no se prohíban los viajes “del todo” y en su lugar se empleen medidas como las cuarentenas o la presentación de un test negativo, ya que la UE “no se puede permitir la disrupción de los viajes esenciales, las cadenas productivas y la distribución de vacunas”.

Bruselas sigue incidiendo en que los Estados miembros “adopten, mantengan o refuercen” las medidas no farmacéuticas, como los confinamientos o el cierre temporal de determinados establecimientos, para aumentar la vigilancia y secuenciación de los casos, de forma que se pueda recopilar información sobre las nuevas variantes.

“La situación en Europa, con las nuevas variantes, nos lleva a tomar decisiones difíciles pero necesarias”, señaló la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, tras aprobar el proyecto. La recomendación devolverá al continente a una situación de semiparálisis similar a la registrada en primavera, durante la primera ola.

Por otro lado, la Comisión propuso también a los Estados miembro que, en lo que respecta a los viajes desde el exterior de la Unión al territorio comunitario y en caso de que el desplazamiento sea “esencial”, se exija a los nacionales no europeos una prueba PCR negativa antes de viajar realizada máximo 72 horas antes de la salida.

El Ejecutivo comunitario también plantea que los países puedan requerir además “pruebas adicionales según sea necesario durante un período de hasta 14 días, siempre que el Estado miembro imponga los mismos requisitos a sus propios nacionales cuando viajen desde el mismo país no perteneciente a la UE”.

Bruselas pide más restricciones a viajeros de fuera de la UE. La Comisión Europea propuso ayer “requisitos adicionales” para los viajeros internacionales que ingresen en el territorio comunitario para evitar la expansión de nuevas cepas del virus.

Países con cepas más contagiosas. La CE recomendó el autoaislamiento, la cuarentena y el rastreo de contactos durante 14 días para los viajes que se originen en países donde se haya detectado una cepa preocupante del virus.

La presidenta de la Comisión reconoció tras aprobar el proyecto que “la situación europea, con nuevas cepas, lleva a tomar decisiones difíciles pero necesarias”.