- El Gobierno francés está cada vez más cerca de la transición ecológica. Ese, al menos, es el objetivo de su presidente, Emmanuel Macron, quien busca alzar a Francia como uno de los países más ecológicos del mundo. Todavía falta una propuesta de ley para seguir avanzando en este ámbito, pero el Gobierno ya adelantó ayer una batería de medidas que mejorarían la eficiencia energética de edificios y establecimientos.

Fue la ministra de Transición Energética, Barbara Pompili, la encargada de anunciar una de las medidas de mayor impacto para la población: la prohibición de calentar las terrazas y otros espacios exteriores por el despilfarro energético, una medida que, no obstante, no se aplicaría hasta el próximo invierno para no perjudicar todavía más al sector de la hostelería, muy afectado por la crisis del coronavirus. Pompili también precisó que se obligará a que mantengan las puertas cerradas de todos los establecimientos a los que el público tenga acceso, como las tiendas, en los que haya calefacción o climatización. “Se trata de acabar con prácticas que son aberraciones ecológicas”, subrayó Pompili en el Elíseo al término de un consejo de defensa ecológico presidido por el jefe del Estado, Emmanuel Macron, destinado al estudio y la aplicación de medidas inspiradas por una convención por el clima constituida por 150 ciudadanos. La ministra puso el acento en que “no se pueden calentar las terrazas en invierno cuando hay 0 grados por el simple gusto de tomarse un café calentito”.

Entre las reglamentaciones adoptadas, el Gobierno prohibió a partir de enero de 2022 la instalación de calderas de fuel en vivienda privada en sustitución de las que están en funcionamiento (hay unos 3,5 millones de viviendas en Francia calentadas con ese carburante), pero también de las de carbón. Se tendrán que utilizar alternativas más ecológicas, como las bombas de calor, las calderas de gas o las de pélets (combustible granulado de madera).

Para favorecer la renovación, se va a duplicar con creces la partida destinada a una prima bautizada Renov, dotada con unos 800 millones de euros anuales, que pasará a tener 2.000 millones. A partir de 2023, uno de los criterios de “decencia” que deberán cumplir las viviendas será el de no superar los 500 kilovatios hora por metro cuadrado en el certificado energético. Si se sobrepasa ese umbral, los inquilinos podrán exigir a los propietarios la realización de obras para mejorar el aislamiento térmico e incluso reclamar ante el juez la suspensión del pago de los alquileres.

Pompili indicó que se creará un fondo con varios cientos de millones de euros para reutilizar espacios urbanizados en desuso para nuevas construcciones en lugar de urbanizar suelos agrícolas o naturales. El objetivo es reducir a la mitad el ritmo de edificación en dichos suelos. Por otro lado, la ministra señaló que se van a crear dos nuevos parques naturales regionales, uno en el Mont Ventoux y otro en la bahía del río Somme, y una reserva natural nacional en el bosque de la Robertsau en Alsacia, en el marco del compromiso de que el 30% del territorio francés sea objeto de algún tipo de protección.

Impulso al transporte ferroviario. El primer ministro francés, Jean Castex, anunció también ayer medidas para impulsar el transporte ferroviario de mercancías. Como una primera etapa de un “plan de reconquista ferroviaria”, los peajes serán gratuitos hasta final de año para los trenes de mercancías y se reducirán a la mitad en 2021, tal y como recoge el diario El País. Asimismo, el Gobierno quiere reabrir y desarrollar nuevas “autopistas ferroviarias” que acaben sustituyendo ampliamente el más contaminante transporte por carretera.