Gasteiz - Lo ocurrido en Zaldibar ha puesto sobre la mesa la gestión de los residuos y los vertederos. El lehendakari planteó la necesidad de repensar estas políticas, teniendo en cuenta la protección del medio ambiente pero también las necesidades de la actividad industrial en Euskadi. Eso sí, advirtió, "fuera del debate político".

Iñigo Urkullu admitió que todo los miembros del Ejecutivo son "conscientes" de la "magnitud y la gravedad de lo ocurrido". Por ello, tras el análisis pertinente, extraerán las conclusiones necesarias para mejorar las políticas de gestión de residuos y vertederos, "teniendo muy presentes" las necesidades de la actividad industrial.

Así, el lehendakari abogó por plantear una "reflexión compartida" en este ámbito, tratando de compatibilizar la necesaria gestión de los residuos que genera la actividad industrial con la protección del medio ambiente. "Debemos ser conscientes de la necesidad de tratar los residuos industriales. La cuestión que se plantea es cómo tratarlos en Euskadi para poder mantener tanto nuestra actividad y empleo industrial como la protección y sostenibilidad del medio ambiente", argumentó. Por ello, apostó por que la actividad industrial, sobre la que se sustenta la economía vasca, "sea compatible con la economía circular".

Por su parte, el consejero Iñaki Arriola recordó que, "por la economía avanzada y el alto grado de industrialización", la CAV es un "gran generador de residuos". Según los últimos datos, correspondientes a 2018, en Euskadi se generan al año 6,3 millones de toneladas de residuos -que equivalen a 2,9 toneladas por habitante- y el 60% de ellos son de origen industrial; un 21%, de la construcción, y el 19% restante, urbanos. Los residuos industriales no peligrosos suman 3,5 millones de toneladas y los peligrosos, más de 320.000 toneladas.