BILBAO. El conductor, que presentaba síntomas de encontrarse bajo los efectos del alcohol, huyó del lugar a gran velocidad cuando los agentes le ordenaron que se detuviera para someterse a la prueba de alcoholemia. Poco después el vehículo era localizado en Derio y su conductor era imputado por un delito contra la seguridad vial.

El incidente se produjo a las tres menos veinte de la madrugada del pasado sábado en el transcurso de un control de alcoholemia que agentes de la Ertzaintza habían establecido en Bilbao.

Un turismo se acercó al dispositivo a gran velocidad sin respetar la señalización de limitación y otras que advertían del control. Uno de los agentes ordenó al conductor que estacionara su vehículo para someterse al test de alcoholemia, ya que presentaba evidentes síntomas de encontrarse bajo los efectos del alcohol.

Sin embargo, el conductor hizo caso omiso a las indicaciones del policía y aceleró bruscamente su turismo, huyendo precipitadamente del lugar. Los ertzainas informaron a la central del incidente y comprobaron que el propietario del vehículo huido residía en la localidad vizcaína de Derio.

Poco después, una patrulla se personó en la vivienda del presunto huido y pese a comprobar que el vehículo se encontraba en el garaje y presentaba el motor aún caliente no dieron con su propietario. Horas más tarde, volvieron a su casa y consiguieron identificar al conductor, que fue reconocido por los agentes como el conductor fugado. Ante tales evidencias, los ertzainas procedieron a imputar al sospechoso, de 40 años de edad, un delito contra la seguridad vial, quedando como investigado.