BILBAO. En redes sociales se ha reivindicado este acción como una protesta contra la reunión del G-7 en Biarritz. Hace unos años, en el 2010, también hubo otra protesta similar que tiñó la ría de verde, en aquella ocasión contra el TAV.

Desde el Gobierno vasco se ha comprobado que se trata de un colorante que no es contaminante y no afectará al río.