EN una jornada gris y desapacible, con 17 grados de temperatura en el agua y la bandera roja ondeando en el mástil de la playa de Arriatera-Atxabiribil, las condiciones meteorológicas no invitaban a disfrutar de un día de playa. De este modo, más allá de la cotidiana práctica del surf por parte de surfistas y escuelas, apenas había usuarios en el arenal. Sin embargo, sobre las 11.30 horas, el centro de comunicaciones de coordinación de emergencias de Euskadi, SOS Deiak, recibió varias llamadas de ciudadanos alertando de que en la zona oeste de la playa había dos bañistas pidiendo auxilio y de que una zona del arenal presentaba manchas de un vertido. Seguido, una patrulla de protección ciudadana de la comisaría de Getxo confirmó la existencia de dos personas con problemas en el agua debido al fuerte oleaje y con evidentes síntomas de cansancio que intentaban desplazarse hacia la arena. Inmediatamente, dos embarcaciones, una de la unidad marítima de la Er-tzaintza, Itxas Zain, y otra de Cruz Roja, así como una moto de agua, se aproximaron hasta los bañistas a los que consiguieron rescatar. A uno de ellos lo transportaron hasta la playa, cerca del puesto de socorro estival y sobre la arena le practicaron maniobras de reanimación hasta la llegada de una ambulancia. La otra tuvo que ser evacuada por un helicóptero de la Ertzaintza debido a las condiciones adversas.

En realidad, y por suerte, no se trataba más que del habitual simulacro organizado anualmente por el Departamento de Sostenibilidad y Medio Natural de la Diputación Foral de Bizkaia y el Gobierno vasco con el objetivo de testar y demostrar la buena coordinación existente entre los servicios de emergencias dirigidos por ambas instituciones y en el que participaron medio centenar de personas. “El objetivo es que todos estén listos para actuar de una manera rápida y eficiente en caso necesario”, explicó Elena Unzueta, diputada de Sostenibilidad y Medio Ambiente. También presenció el ejercicio la consejera de Seguridad del Gobierno vasco, Estefanía Beltrán de Heredia, quien destacó que “la finalidad máxima es ser eficaces a la hora de resolver una situación de emergencia. La coordinación es clave por la necesidad de inmediatez en situaciones de alto riesgo”, agregó.

Situación real Sin embargo, pese a que todo transcurrió siguiendo un guion, un aviso real procedente de Sukarrieta donde un surfista estaba atrapado en una zona de rocas estuvo a punto de alterar el orden establecido. Por ello, el coordinador de emergencias del Gobierno vasco, José Antonio Fernández, desvió en un primer momento el helicóptero hasta allí, pero después recibió la confirmación por parte de Cruz Roja de que todo estaba resuelto y el ejercicio siguió con normalidad. Finalmente, los servicios de limpieza de la Diputación Foral de Bizkaia controlaron el vertido y dieron por concluido un simulacro de lo más real.