Bilbao - Varios vecinos de la urbanización La Magdalena, a los pies del Serantes, se encontraron con una escena difícil de digerir al llegar a casa el sábado por la noche. Armarios abiertos, ropa revuelta, joyeros vacíos y el cristal de la puerta del segundo piso roto. “Yo me fui a las 19.30 y no llegué hasta las 0.45 horas. Al llegar, me dice la cría: Ama, tengo los armarios abiertos. Me pareció extraño. Cuando fui a mi habitación vi que estaba todo revuelto y la ropa del vestidor estaba en el suelo”, explica una vecina.

Los robos se produjeron entre las 19.00 y las 21.00 horas del pasado sábado en seis viviendas de la urbanización. Se llevaron, fundamentalmente, dinero y joyas. Ni ordenadores ni otros objetos de valor. “Nosotros no teníamos dinero en casa. Se han llevado el dinero que les habían dejado los Reyes a las crías, 100 y 150 euros”, explicó la mujer.

Los vecinos sospechan de que los ladrones accedieron por la ladera del aparcamiento de la estación de servicio de Ugaldebieta. “Han estado pisando hasta hacer el camino y han hecho un agujero en la valla. Se ve perfectamente. Aquí el tema importante es que eso tiene que estar bien cerrado, nadie tiene que tener acceso así. Es una zona que está totalmente abandonada y pertenece a la Diputación”, criticó otro vecino afectado.

“Un tema muy serio” El hombre vive desde hace quince años en La Magdalena, ubicada entre los municipios de Abanto y Santurtzi, y asegura que nunca antes se había sentido inseguro. “No podemos permitir que ahora nos entren en seis casas un sábado a la tarde, con allanamiento, con violencia, con rotura. Que no es que te hayan abierto una cerradura, es que han utilizado una palanca. Es un tema muy serio”, denuncia.

Ambos describen la vulnerabilidad que sintieron al entrar en sus casas y ver los daños. “La sensación cuando entran en tu casa es muy humana, te sientes vulnerable, han entrado en tu espacio, han tocado tus cosas”, describen. A eso se suma el miedo, sobre todo de las más pequeñas de la casa. “No quieren dormir solas, tienen miedo. Una quería dormir conmigo y la otra, con mi marido. Yo ya les digo, que ya se han llevado lo que se tenían que llevar, ya no tenemos nada”, asegura la mujer. “Mi hija de 15 años no quiere dormir en el piso de arriba. Se han llevado el dinero que tenía ahorrado, unos 1.000 euros”, señala este vecino. Él ya había puesto la denuncia ante la Ertzaintza junto a su mujer. “Nos han dicho que hagamos una lista de lo que nos falta, iremos luego. Es la primera vez que nos pasa”, reconoce.

“Estoy alucinado de que hayan asaltado seis casas aquí un sábado por la tarde”, repite este vecino que en el momento del robo estaba en Santurtzi. “Estamos desamparados”, lamenta. El hombre explica que “por aquí suele pasar una patrulla de la Policía Municipal, pero cada vez patrulla menos” y “la Ertzaintza tiene muy pocos efectivos”. “El sábado por la noche estuvieron varios ertzainas aquí inspeccionando las viviendas y recogiendo huellas, y estaban desbordados. Estuvimos como seis horas con la casa abierta, hasta las 4.00 o 5.00 de la mañana”, explica.

“Hasta ahora nunca había tenido sensación de inseguridad, muchas veces incluso me he ido y he dejado la puerta abierta sin darme cuenta -recalca-, pero ahora sí me siento inseguro”. Él y el resto de los vecinos. Es, por ello, que han convocado una reunión para esta tarde para acordar las medidas a tomar con el fin de reforzar la seguridad. “No sé si tenderemos que colocar unas cámaras o cuál será la mejor medida, habrá que debatirlo en la reunión, pero algo hay que hacer”, lanza.