La UE prohíbe el uso de una sustancia muy utilizada en esmaltes de uñas por ser tóxica
El reglamento ha entrado este lunes en vigor tras ser aprobado a mediados del pasado mes de mayo
La Unión Europea ha prohibido a partir de este lunes el uso en productos cosméticos de una veintena de nuevas sustancias por ser perjudiciales para la salud humana, entre ellas el óxido de difenilfosfina (TPO por sus siglas en inglés), una sustancia muy utilizada en los esmaltes y geles para uñas.
El reglamento que ha entrado en vigor este 1 de septiembre incluye estas sustancias entre las clasificadas como "carcinógenas, mutágenas o tóxicas para la reproducción" (CMR), cuya comercialización debe ser vetada.
Entre estas figura el TPO, una sustancia muy utilizada en los esmaltes y geles para uñas.
Esta prohibición significa que, a partir de este 1 de septiembre, los productos nuevos que contienen estas sustancias no podrán comercializarse y los ya vendidos antes de esa fecha no podrán seguir suministrándose, transfiriéndose ni poniéndose a disposición de otra persona en el curso de una actividad comercial.
Por lo tanto, los profesionales del sector cosmético no podrán vender ni regalar estos productos en la UE, lo que incluye tantos las adquisiciones al por mayor como al por menor, según precisa la Comisión Europea.
Además, los usuarios profesionales que utilizan estos productos, por ejemplo en salones de belleza, deben también dejar de aplicarlo en sus clientes, aunque los esmaltes y geles para uñas se hubiesen adquirido con anterioridad al 1 de septiembre.
Esto obliga a los comerciantes y a los profesionales de centros de belleza tanto a dejar de utilizar estos productos como a deshacerse de los que tenían almacenados y optar por artículos alternativos de la industria cosmética.
En 2015, los informes científicos disponibles hasta el momento aseguraban que los geles curados UV hasta un 5% (endurecidos mediante la exposición a la luz ultravioleta) no entrañaban estos riesgos, pero nuevas evidencias han propiciado este cambio de categoría.
Las sustancias dentro de la categoría CMR pueden causar cáncer o aumentar su frecuencia, inducen cambios en la estructura o el número de cromosomas de las células (una etapa inicial en el desarrollo del cáncer) y perjudican la fertilidad al alterar el desarrollo del feto con abortos espontáneos o malformaciones.
Este reglamento que fue aprobado el 12 de mayo pasado pero ha entrado en vigor este lunes.
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