El Teatro Victoria Eugenia fue la sede el miércoles de la entrega del Premio del Cooperativismo Vasco ‘Denon Artean’ 2025, promovido por Kooperatiben Kontseilua. El galardón, otorgado al Parlamento Vasco, cumple su cuarta edición y representa un reconocimiento al trabajo en pos de un modelo empresarial más social, con la mirada puesta en un entorno de colaboración global.
En el acto intervinieron Patxi Olabarria, presidente de Kooperatiben Kontseilua; Bakartxo Tejeria, presidenta del Parlamento Vasco; e Imanol Pradales, lehendakari.
Otra manera de hacer empresa
El primer turno de palabra fue para Patxi Olabarria, quien puso de relieve la importancia de la economía social como una “herramienta de transformación para intentar construir un futuro mejor”. En un mundo cada vez más cambiante, en el que la incertidumbre está a la orden del día, Olabarria apuntó que el cooperativismo es imprescindible para dar respuesta a muchas de las preguntas que están en el aire en nuestra sociedad, proporcionando certezas en medio de tanta inseguridad. “El cooperativismo crea comunidad, riqueza compartida y compromiso. Es otra manera de hacer empresa que mira por el bien común”, remarcó.
"El cooperativismo crea comunidad, riqueza compartida y compromiso. Es otra manera de hacer empresa que mira por el bien común"
En este sentido, destacó que el Parlamento Vasco es una referencia absoluta, ya que desde sus inicios ha apostado por este camino de cooperación entre todos los agentes sociales. Según Olabarria, “el Parlamento Vasco ejemplifica todo lo que valoramos en Kooperatiben Kontseilua. Abandera un modelo empresarial resiliente y competitivo que pone el foco en las personas y su entorno con el firme propósito de combatir la desigualdad. Durante décadas, el Parlamento ha desarrollado un modelo cooperativo propio en el que el trabajo y los sueños compartidos han sido los pilares principales”.
El éxito de una sociedad que funciona a través del cooperativismo y que apuesta por la economía social se debe, como apuntó Olabarria, a que las personas y los valores son los protagonistas. La economía y la ética se dan la mano para proporcionar un incalculable valor tanto a nivel social como cultural.
La implicación de Euskadi con el cooperativismo
Bakartxo Tejeria, presidenta del Parlamento Vasco, fue la encargada de recoger el premio. Reconoció que “es un orgullo” recibir este reconocimiento tan especial y puso de relieve la implicación que Euskadi siempre ha tenido con el cooperativismo. “Las empresas cooperativas generan una sociedad más inclusiva e igualitaria, y para alcanzar esta realidad el Parlamento Vasco tiene un compromiso ineludible”, indicó Tejeria, quien a su vez recordó la última Ley de Cooperativas de Euskadi impulsada y aprobada por el Parlamento Vasco en el año 2019.
"Las empresas cooperativas generan una sociedad más inclusiva e igualitaria, y para alcanzar esta realidad el Parlamento Vasco tiene un compromiso ineludible"
Tejeria concluyó su discurso reivindicando que “las cooperativas contribuyen a un mundo mejor y una sociedad más justa y unida frente a las desigualdades”.
Desafíos demográficos y tecnológicos
Por su parte, el lehendakari, Imanol Pradales, quiso abordar el punto de vista “humanista” de la economía social y su influencia frente a los desafíos demográficos y tecnológicos a los que nos enfrentamos. Por ello, es una responsabilidad compartida “defender y reforzar este modelo empresarial. Tenemos que hacerlo todos juntos, como bien indica el nombre de este premio (Denon artean)”, expresó Pradales.
Asimismo, el lehendakari explicó que “resulta significativo que en 1982 el Parlamento Vasco aprobara la primera Ley de Cooperativas. Desde ese momento, se daba el visto bueno institucionalmente a una manera de actuar que ha estado arraigada en la historia y la cultura vasca desde siempre. Las cooperativas representan la cultura de trabajo instaurada en este país”.
"Las cooperativas representan la cultura de trabajo instaurada en este país"
Pradales defendió que "este es el camino a seguir: proactividad, cercanía, colaboración público-privada y, sobre todo, potenciar aquello que nos hace diferentes y singulares en un mundo tan complejo como el que estamos viviendo. Por eso, las instituciones debemos apostar por las iniciativas sociales y comunitarias. Hay que velar por un país de personas, empresas y asociaciones que luchen por el bien común".
Una referencia a nivel global
Para concluir, Pradales remarcó que "es totalmente merecido que el lugar donde reside la soberanía vasca sea quien reciba este premio". Asimismo, apuntó que el modelo vasco de economía social es una referencia a nivel global: "Se centra en la persona y no ve la riqueza como un fin en sí mismo, sino como un medio para el bienestar, la cohesión y la justicia social. A través de este camino, debemos mantener nuestra competitividad, impulsando los valores, los propósitos y el espíritu que están detrás de la economía social y el movimiento cooperativo. Para ello, tenemos que aprender y transformarnos permanentemente".
