Varios miles de personas salieron ayer lunes a la calle de Palma de Mallorca para protestar contra la masificación turística en la isla, la caída de los salarios, la pérdida de calidad de vida por los atascos en carreteras y playas, el ruido, el consumo del territorio y el continuo aumento del precio de la vivienda para alquilar o comprar.
Se trata de la segunda gran manifestación de estas características tras la celebrada el pasado 25 mayo, que reunió a 10.000 personas en la capital balear.
La manifestación de ayer lunes, convocada por la plataforma Menos Turismo, Más Vida bajo el lema Cambiemos el rumbo, pongamos límites al turismo, comenzó pasadas las 19.00 horas en el parque de Ses Estacions de Palma y recorrió algunas de las calles más céntricas y “turistificadas” de la ciudad hasta finalizar en el Paseo del Borne.
Según informó el portavoz de la plataforma convocante, Pere Joan Femenia, en declaraciones a los medios de comunicación, “el objetivo de la manifestación de este domingo es cambiar el rumbo” porque, añadió, “la población está harta de un modelo económico que no tiene en cuenta las problemáticas que genera en los residentes y”, además, “sólo piensa en seguir creciendo”.
“Llevamos ya años manifestándonos y haciendo acciones contra el modelo turístico”, explicó Femenia, quien, sin embargo, precisó que, ciertamente, ha habido algo que ha motivado a los ciudadanos de Baleares a salir ahora “con más fuerza” a la calle y han sido las marchas “que este año han tenido lugar en Canarias”.
“Es ahora, después de más de dos años de récords turísticos, que la población ha dicho basta, que quiere poner un punto y final a este crecimiento y medidas concretas para limitar el número de turistas que vienen a la isla”, subrayó. Las principales medidas que demanda la ciudadanía, detalló Femenia, “están enfocadas en decrecer el número de turistas, regular y limitar la entrada de cruceros y aviones que lleguen a Baleares, poner una moratoria, que vaya decreciendo el número de plazas turísticas que tiene la isla, controlar la compraventa de no residentes y la entrada de coches de alquiler y hacer un estudio de capacidad de carga, de acuerdo con la capacidad que tienen las Islas de acoger una masa de población cada vez más insostenible”.
El Govern balear pide respeto
El portavoz del Govern balear, Antoni Costa, pidió esta semana que la marcha respetara los derechos del conjunto de los ciudadanos “y de los visitantes”. Costa expresó el “respeto absoluto” del Ejecutivo por los ciudadanos que ejerzan su derecho de manifestación y protesta.