Desde que era una niña, Anduriña Palomares siempre se había considerado una amante de los animales. Tras conseguir a su compañera hace 14 años y después de una vida en la que nunca le habían dejado tener perro, comprendió lo que era la responsabilidad y el compromiso.

A sus 44 años, Anduriña es voluntaria en la Asociación Protectora de Animales Puppy Bilbao desde hace 11 años, y considera que no tiene un cargo como tal.

Con la ayuda del resto de personas que trabajan en la organización sin ánimo de lucro, Anduriña se encarga de los apadrinamientos de los perros, además de muchas otras actividades entre las que se encuentran la recaudación de donaciones en mercadillos, las recogidas de productos en tiendas de mascotas y el activismo en redes sociales. Nos cuenta que el motivo por el que a día de hoy su lucha a favor de los animales nunca le ha hecho rendirse se basa en Dama.

Anduriña Palomares posa junto a Canelita. Cedida

Hace 14 años, y tras someterse a una operación por un tumor no maligno en el útero, Anduriña recibía la noticia de que no podía tener hijos, lo que le impulsó a conseguir a su peluda amiga: “Mi ilusión era un hijo que fuera un dálmata”.

Tras recibirla en brazos con tres meses, nos cuenta como Dama significó todo para ella. Siendo una perrita sorda con problemas de piel, Anduriña tuvo que responsabilizarse de su cuidado e invertir gran cantidad de dinero en su bienestar, cosa de la que no se arrepiente ni lo más mínimo.

En el momento en el que su perra llegó a su vida se decidió por estudiar Auxiliar Técnico Veterinario, lo que le hizo involucrarse mucho más en la asociación. Tal y como ella relata, Dama supuso un punto de inflexión en su vida, ya que ella nunca había tenido perro, y el hecho de tenerla en casa, de ser suya y de la responsabilidad que eso conllevaba lo cambió todo para ella.

Anduriña Palomares posa abrazando a un perrito en uno de los mercadillos de la asociación. Cedida

Momentos antes de la pandemia, tuvo que tomar la decisión de sacrificar a su mejor amiga, esa que había formado parte del motivo principal por el que comenzó en su lucha; y es que todo empezó por su ilusión de tener un perro: “Lo fue todo para mí, sucedió antes de la pandemia y no lo he superado, ni lo superaré nunca, creo. Desde entonces no he tenido perro”.

Anduriña es clara respecto a la maravilla que es tener un perro y recalca que quien no lo ha tenido nunca no sabe lo que es. Pide que si la gente va a adoptar lo haga con conciencia, pues es un compromiso de años.

Ella nos recuerda que son seres que lo sienten todo, y algunos vienen de situaciones muy complicadas o de haber vivido diez años entre rejas, ya que cada uno tiene su historia.

Hay que informarse bien respecto a lo que conlleva, incluidos gastos veterinarios y legislativos. Si adoptamos un cachorro, debemos saber que de media durante 15 años vamos a tener perro, y si adoptamos a un adulto, debemos ser conscientes de que, aunque la mayoría ya vengan enseñados, siempre se pueden corregir aquellas manías o errores que estén acostumbrados a cometer.

Anduriña Palomares posa mientras un perro le da un beso. Cedida

El objetivo de la asociación es conseguir que los perretes disfruten de la vida que se merecen con una buena familia, por lo que Anduriña nos ruega: “Si vas a adoptar a un perro, que sea hasta el final de sus días”.

Una lucha constante

Debido a que APA Puppy Bilbao no tiene un refugio propio como tal, la mayoría de los perretes de los que cuidan se encuentran en el Servicio Municipal Canino situado en Artxanda. Sin embargo, la organización sin ánimo de lucro presenta funciones diferentes, ya que sus trabajadores son los que llevan a cabo todas las actividades de voluntariado para conseguirles a los perros todo lo que necesitan.

Llevan años luchando por mejorar las condiciones de los peludos y por cambiar algunas de las normas establecidas por el Ayuntamiento, como es el caso del horario para los paseos. Y es que se trata de un horario muy reducido, de lunes a viernes entre las 10.00 y las 13.00 horas por las mañanas, lo que limita a la población que quiera ayudar a pasarse por la perrera para poder pasear a los peludos.

Anduriña Palomares junto a Pelucho. Cedida

¿Cómo podemos nosotros ayudar a los perros de APA Puppy Bilbao?

Todas las personas voluntarias en APA Puppy llevan a cabo numerosas actividades solidarias con el objetivo de conseguir ayuda para los compañeros peludos. Intentan obtener financiación de casi todo lo que se les ocurre.

Algunas de las formas en las que podemos ayudarles son donando material para los perretes (comida, mantas, productos para su cuidado...etc.), o realizando donaciones monetarias que pueden ser puntuales o periódicas. Otra de las formas sería optando por comprar su merchandising o afiliándonos al seguro de vida solidario que ofrecen.

También llevan a cabo una venta de pienso solidaria para aquellos que ya tengan un perrete y busquen alimentar al suyo ayudando a los demás. En las fechas más señaladas, ofrecen Lotería de Navidad en la que un porcentaje de su precio es destinado a la protectora. Las casas de acogida también son muy importantes, ya que llega un punto en el que algunos perretes se quedan sin hogar y necesitan uno temporal hasta que se les encuentre una familia.

Aparte, existe la opción de apadrinar a uno de los perros de forma periódica, lo que ofrece la ventaja de tener prioridad para poder pasear al perro que hayas apadrinado durante el horario de los paseos, aunque cualquier persona puede acercarse al Servicio Canino para ser un paseante voluntario. En caso de querer estar informados, avisan con antelación de todos los eventos en su página de Facebook y en el grupo de APA Puppy Voluntarios, además de en su web (puppybilbao.org). Sin embargo, la mejor ayuda para estos animalitos siempre será la adopción en la medida de lo posible.