La delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, confirmó ayer que, en una segunda revisión por parte de agentes de la Científica del edificio incendiado en el barrio valenciano de Campanar, se ha encontrado un décimo cuerpo, cifra que coincidiría con las personas que la Policía tiene detectadas como que estaban ilocalizables.

A pesar de que ha hecho hincapié en que las labores en el interior del edificio son “muy complejas” porque hay “muchísimo escombro”, aseguró que “vamos a seguir trabajando en las próximas horas y en los próximos días, si es necesario, porque vamos a revisar palmo a palmo todo el edificio”. Bernabé, que apuntó que es pronto todavía para hablar de los funerales de las víctimas, aseguró que, por tanto, el número de cuerpos encontrados “corresponde con el número de personas que tenemos como ilocalizables”, por lo que subrayó que quiere pensar que “se corresponden y que no vamos a encontrar más”.

El viernes, en la última inspección del día y con todos los trabajos de identificación de los cuerpos, se comprobó que eran nueve las personas que se podían identificar, mientras que ayer, en la segunda revisión que se llevó a cabo, se localizó un nuevo cadáver, con lo que suman diez las víctimas mortales.

El edificio está “arrasado” y hay “muchísimo escombro” por lo que la labores son “muy complejas, muy complicadas”. No obstante, recalcó que hay “grandes profesionales” en la Policía, a quien felicitó por el trabajo llevado a cabo, y felicitó a los bomberos por la labor realizada para facilitarles el acceso. Ahora, se pasará a realizar las labores de identificación completa de las diez víctimas, que igualmente serán “complejas” ya que se tienen que identificar a través de pruebas de ADN y “queremos que se haga con total garantía para que las familias puedan despedir como merecen” a sus seres queridos.

El conserje, clave

No se prevén más víctimas ya que según Bernabé, “tenemos un dato que nos indica que coincide” esa cifra con “el listado que elaboró la Policía Nacional la misma noche del suceso, gracias a un trabajo complejo”, y en el que colaboró el conserje de la finca afectada, Julián. Persona que fue “clave”, con una labor de filiación y de buscar puerta por puerta a todos los residentes que estaban en el edificio o que no estaban. Según relató él mismo ayer, “no conté las veces que subí pero fui tocando las puertas avisando”, y es que aseguró haber quedado impactado por la escena que vivió cuando avisó a una vecina, una persona mayor, de la puerta 72: “Abrí la puerta y vino una llamarada, la cogí y la saqué”. El conserje señaló asimismo que el fuego avanzó muy rápido, y entre el incendio y el humo llegó un momento que ya no se podía bajar. A pesar de ello, ayudó “todo lo que dio” su mano, hasta que el humo le dejó, y que conocía a todos los vecinos, también a los fallecidos, que vivían en las plantas 9 y 10.

La delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana quiso agradecer también el trabajo de todos las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, los equipos de Emergencias, las personas “que han estado trabajando aquí desde el primer momento”, y la “ola de solidaridad” de vecinos del barrio y de toda Valencia que se han “volcado” con las familias “que hoy ya no tienen nada, que lo han perdido todo”, y con las de las diez víctimas.