Unicef reclamó ayer martes una política de Estado de gestión de contingencias humanitarias migratorias, liderada a nivel central, que garantice la igualdad de trato a todos los menores migrantes que están en el Estado, vengan desde Ucrania o que hayan llegado a Canarias.

Unicef lanzó el informe La respuesta de España a la crisis de Ucrania que destaca la agilidad, la coordinación, la ampliación de la red de acogida o la implantación de sistemas novedosos de acogimiento que se aplicaron para atender a los menores procedentes de ese país.

“La gestión de la crisis de refugiados derivada de la guerra en Ucrania demostró que es posible poner a la infancia en el centro y ha sido la respuesta de mayor dimensión, más rápida, más completa, más solidaria y más coordinada que había dado España a una contingencia humanitaria migratoria hasta la fecha”, destacó la organización de infancia.

Sin embargo, lo paradójico para Unicef es que los niños que han llegado de otros lugares no reciben una respuesta equivalente, por lo que urge a gestionar estas actuaciones con una coordinación a nivel central. Recuerda que la reciente creación de la Comisión Interministerial de Inmigración para atender los repuntes migratorios con agilidad y al más alto nivel es una oportunidad para avanzar, pero propone crear un grupo permanente que aborde las cuestiones específicas de la infancia, en coordinación con los ministerios de Juventud e Infancia, y de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

Para mejorar la atención a la infancia migrante, plantea reformar el procedimiento de determinación de la edad, introducir herramientas básicas de protección de infancia en el sistema de atención humanitaria, asegurar la adecuada implementación del modelo de gestión de contingencias migratorias para los niños no acompañados o no poner barreras a los empadronamientos. Unicef expresa su preocupación por la situación de los más de 5.500 menores atendidos en Canarias en sistemas de acogida y protección “sobrepasados” y pide corresponsabilidad de otras comunidades autónomas para garantizar el interés superior de estos niños.

Para el director ejecutivo de Unicef España, José María Vera, el mecanismo de derivaciones y solidaridad entre los territorios “no está funcionando como debería” y cree que si no se producen por una vía voluntaria “es conveniente que se estudien fórmulas de obligatoriedad que permitan trasladar a los niños y niñas no acompañados a otros puntos del país con las debidas garantías”.