La ministra de Igualdad, Irene Montero, junto a la secretaria de Estado de Igualdad y contra la Violencia de Género, Ángela Rodríguez y a la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, asisten este martes 1 de agosto a la reunión del comité de crisis para tratar los últimos asesinatos machistas.

El número de mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas en lo que va de año 2023 asciende a 31 tras confirmarse el caso de una mujer de 29 años asesinada por su pareja el 30 de julio en Barcelona. Sólo en el mes de julio se han registrado, según el registro oficial, 8 asesinatos machistas.

Se espera que esta cifra se eleve una vez se confirme - quedando recogido en el registro del Ministerio de Igualdad- como asesinato machista el de una mujer de 22 años que ha aparecido muerta en su domicilio de Utrera (Sevilla) con un "golpe fuerte" en la cabeza. Desde hace 20 años, cuando empezaron a recopilarse estos datos un total de 1.215 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas.   

Campañas específicas

Precisamente, el exdelegado del Gobierno contra la Violencia de Género Miguel Lorente ha abogado este lunes por poner en marcha campañas específicas de verano contra la violencia de género, ante el incremento de casos que se produce en estas fechas, al igual que la DGT lanza campañas específicas para prevenir accidentes de tráfico en la operación salida.

"Aquí hay una falta de insistencia", ha advertido Lorente en una entrevista con Europa Press, al tiempo que ha propuesto "hacer campañas indicando los factores de riesgo que existen en esta época".

El verano y la escalada de violencia

Entre estos factores que aumentan el peligro, el experto ha enumerado algunos como "el cambio de rutinas, el mayor tiempo de convivencia" o los conflictos familiares. "Son factores que influyen en esa continuidad de la violencia y que pueden terminar en homicidio", ha avisado.

Además, ha precisado que, en los casos en los que no hay convivencia, el agresor puede intentar "controlar" a la mujer, para "saber dónde esta".

Así, Lorente ha constatado que tanto el verano como las Navidades son épocas con "una incidencia más alta". No obstante, ha mostrado su preocupación por el hecho de que este año haya "aumentado tanto, casi el doble", pasando de una media de 5,6 en julio y agosto a 8 en julio.

Por ello, considera necesario que esto se traduzca en "una mayor conciencia y una mayor acción de las instituciones" para "disminuir el riesgo" y ha propuesto lanzar campañas similares a las de tráfico que insisten en "mensajes específicos" como no beber, ponerse el cinturón, no mirar el móvil o tener cuidado con la velocidad. "Dicen cosas concretas, que pegan el chispazo", ha indicado.

Discursos retrógrados

Por otro lado, Lorente se ha mostrado "preocupado" por la intensificación del "negacionismo" de la violencia de género dando lugar a una idea de que las mujeres son "perversas y se lo merecen" y generando, al mismo tiempo, "mucha inseguridad, miedo y desconfianza" en las víctimas.

En este sentido, llama la atención sobre el descenso del número de agresores que se suicidan después de haber asesinado a su pareja o expareja, que en 2022 fue de un 16%, "casi siete puntos menos" que hace cinco años, algo que achaca a un aumento de la "justificación".

"Cuando el agresor se suicida es porque percibe que la sociedad, su entorno a nivel familiar y laboral va a cuestionar su conducta, no quieren enfrentarse a esa crítica social", ha explicado Lorente, al tiempo que ha precisado que, cuando en lugar de ese rechazo percibe "cierta comprensión o justificación" de los motivos, en lugar de suicidarse, "se entrega voluntariamente".

Denuncias previas

A esto se suma, según avisa, el hecho de que ha aumentado en "cuatro puntos", en los últimos cinco años, el número de mujeres que había denunciado previamente.

En este contexto, pide "ser muy críticos con el negacionismo", que "no se confunda con otras violencias", aumentar la "conciencia" sobre la violencia de género y desarrollar iniciativas para que haya una mayor atención en esta época estival, tanto a nivel policial como sanitario o de los servicios sociales.