El 900 840 111 es un teléfono de auxilio y también de esperanza. El servicio Satevi, que ofrece atención telefónica a mujeres víctimas de violencia, ha atendido desde su puesta en marcha en 2006 a más de dos centenares de embarazadas, en concreto 231, víctimas de la violencia machista ejercida por sus parejas o exparejas. Un número que es mucho mayor ya que muchas de las féminas con menores a cargo que han recurrido a este teléfono relatan posteriormente haber vivido violencia durante el embarazo.

Durante el pasado año, Satevi atendió a 22 gestantes, cifra similar a la de 2021, con 23 atenciones. “El embarazo es un momento en el que los hombres maltratadores ejercen mayor control sobre las mujeres, porque sienten que llevan algo suyo dentro de ellas”, indicó ayer miércoles Nerea Melgosa, consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno vasco. “En las consultas es algo que se percibe. Ellos quieren controlarlo todo sobre ellas: qué pueden comer, qué pueden hacer, cuánto han engordado, qué complementos vitamínicos han de tomar, qué próximas citas han de coger… Todo”.

Por ello, Melgosa resaltó el papel que las matronas tienen durante esas 40 semanas, “ya que son las profesionales que más visitan”. “Las vivencias que estas mujeres relatan y los patrones que vemos que se repiten, nos hacen hablar de un momento de especial vulnerabilidad”, indicó.

También recalcó que “esos hijos e hijas, aun siendo nonatos, son ya víctimas”. Al respecto, citó que, de las 1.379 mujeres que atendió Satevi en 2022 el 55%, en concreto 766, eran madres con menores a cargo. “Sumando, más de 1.190 niños se encontraban en riesgo de desprotección, estando expuestos a la violencia directa porque ellos y ellas también son víctimas”, expuso. Además, el maltrato perdura en el tiempo ya que solo 65 (un 5%) de esas 1.379 mujeres llamaron al 900 840 111, cuando llevaban menos de un año de maltrato.

Varios tipos

En un 100% de las mujeres atendidas, que son víctimas de sus parejas o exparejas, se detecta el maltrato psicológico, solo o junto con otro tipo de maltrato. A medida que la relación avanza, se incrementa la agresividad, el número de episodios de violencia y pueden aparecer otras formas de maltrato: física, sexual y económica. Así, cinco de cada diez mujeres atendidas sufre, además, violencia física, mientras que tres de cada diez es objeto de violencia económica, y una de cada diez padece violencia sexual, un tipo de agresión difícil de identificar dentro del marco de la pareja.

“Además de tocamientos, roces o violaciones, la vulneración de los derechos sexuales y reproductivos o los matrimonios forzados también son violencia sexual. Al igual que obligar a una mujer a abortar o impedirlo”, advirtió Melgosa.