El Estado español es el tercer país europeo con el mayor porcentaje de hogares que han experimentado retrasos en el pago del alquiler o la hipoteca, un 6,5%, el doble de la media europea, que se sitúa en un 3,2%, y solo por detrás de Grecia e Irlanda, según el estudio Aquí no hay quien viva: un análisis de las dificultades de las familias para pagar la vivienda en España, de Save the Children.

El informe, publicado ayer martes, precisa que en el Estado el 8,4% de las familias con niños tiene problemas para pagar a tiempo su hipoteca o alquiler, también el doble de la media de la UE, 4,3%. En este sentido, el documento señala al actual contexto de alza de los precios de las viviendas, especialmente del alquiler, que no han ido acompañados de un aumento de los ingresos de las familias, lo que provoca dificultades que afectan a 4 de cada 10 hogares con hijos a cargo que viven de alquiler.

Estos, advierte, tienen que destinar al menos el 30% de sus ingresos al pago de la vivienda, lo que supone disponer de menos presupuesto para otras necesidades de la crianza, como es el caso de Manuela, una madre separada de 45 años que vive en Sevilla con dos hijos. “Yo debo ahora mismo tres facturas de luz y una de agua más el alquiler de este mes porque no me llega. Tengo que elegir entre pagarlas o comer”, expone. Asimismo, el estudio ahonda en las condiciones de las viviendas y avisa de que más de 2 de cada 10 niños viven en casas insalubres, lo que repercute en su salud física y mental, y afecta a su crecimiento, desarrollo, rendimiento escolar y seguridad, según detalló el director de la organización, Andrés Conde. Esta situación insalubre se refiere a cuestiones como goteras en el techo, humedad en las paredes, el suelo o los cimientos, o podredumbre en los marcos de las ventanas o el suelo.

En este contexto, el informe indica que pese a medidas positivas como las incluidas en el escudo social, la actual situación del mercado de la vivienda puede devolver a muchas familias a situaciones de riesgo. De hecho, se estima que entre el 70 y el 80% de los desahucios efectuados desde 2008 afectan a familias con niños (unos 700.000).