La Ertzaintza ha dado por concluida la operación Ícaro, que llevó a la detención a principios de año de una persona en Bizkaia y otra en Iruñea por corrupción de menores y que ahora se ha saldado con la puesta a disposición judicial de otras seis por tenencia de pornografía infantil, una en Euskadi y cinco en otras comunidades autónomas.

Durante el operativo, la Ertzaitza ha identificado a 8 víctimas en Euskadi, 33 en el resto de España y varias más en países de habla hispana, y se han aprehendido y analizado 137.221 archivos digitales, clasificados en 1.177 carpetas, con un tamaño total de 1,45 Tb, lo que equivale a más de 12.000 fotografías y vídeos de contenido pornográfico infantil.

De estos detalles, ha informado este jueves el Departamento vasco de Seguridad en una nota, en la que recuerda que los detenidos a principio de año ingresaron en prisión y explica que ahora seis personas han pasado a disposición de la autoridad judicial, a la que se ha entregado a lo largo de estos meses "diligencias y evidencias relacionadas con la pederastia y la corrupción de menores mediante la utilización de Internet y las nuevas tecnologías".

Agentes de la comisaría de Hernani fueron los que iniciaron la investigación pero, a la vista de la "dimensión" que iba adquiriendo, el caso fue asumido por el Servicio de Investigación Criminal Territorial de Gipuzkoa (SICTG), que, en colaboración con diferentes unidades de la Ertzaintza, ha destapado una trama de engaño pederasta y de tenencia de imágenes de menores.

'GROOMING' DESDE 2021

Las pesquisas policiales comenzaron a finales del año 2021 cuando la Ertzaintza tramitó una denuncia por amenazas y abusos a un menor a través de Internet, "una acción de acoso y abuso online recibe el nombre de 'grooming'", lo que permitió las detenciones en febrero y marzo de los dos hombres que ingresaron entonces en prisión.

El modus operandi de uno de ellos consistió en hacerse pasar por un o una menor de 14 años como 'cebo' para captar a las víctimas, con las que contactaba inicialmente a través de las redes sociales, y de las que obtenía fotografías y vídeos explícitos para posteriormente extorsionarlas y reclamar el envío de más fotos y vídeos pornográficos bajo la amenaza de publicar las imágenes en las redes.

Otra manera empleada por uno de los detenidos para conseguir su propósito fue hacerse pasar por fotógrafo profesional para contactar con menores de edad, habitualmente también por redes sociales o a través de anuncios en páginas web, intercambiando los número de teléfono para que los menores enviaran fotografías y vídeos de desnudos.

Hacía pensar a las víctimas que esas imágenes eran una primera prueba como modelos y que, una vez superada, podrían hacer otras sesiones de fotografía bajo promesa, en algunos casos, de conseguir una cantidad de dinero a cambio, detalla el Departamento vasco de Seguridad.

La Ertzaintza advierte en su nota del "peligro del 'grooming'" y de "la necesidad de denunciar inmediatamente cualquier situación de acoso o abuso".