¿Qué aporta un programa como Jakin Mina?

-Está pensado para que estudiantes de cuarto de la ESO tengan una visión del conocimiento más amplia que la que tienen en los estudios reglados. Tenemos cinco conferencias en los que se compatibilizan tres idiomas, y cada conferencia es un campo de conocimiento diferente. Nos encontramos con temas de ingeniería, arte, cine, medicina... Son cuestiones que normalmente no entran dentro del curriculum escolar. No aspiramos a contar todo, pero sí a que tengan una idea de que el conocimiento es muy amplio y abarca muchas disciplinas, y que todas tienen un interés.

¿Este año qué temáticas aborda?

-Hay charlas de cine, con Rebordinos, Juanjo Mena hablará sobre música, la escritora Mariasun Landa también estará, Onintza Salazar que es meteoróloga... hay de todo. En cuarto de la ESO tienen ya una madurez que les permite valorar lo que ven, y puede que incida en la carrera que elijan. Cualquier esfuerzo que hagamos para ayudarles para orientarse en ese camino es un esfuerzo que merece la pena. No quiero decir que vaya a ser un criterio determinante, pero son cosas que les pueden ayudar. 

Además de orientarles, ¿se pretende que adquieran conocimientos?

-Sí, yo suelo decir que el conocimiento es infinito, lo que uno puede aprender a lo largo de la vida no tiene final. Cinco charlas dan para lo que dan, por eso más que aspirar a ofrecer mucho conocimiento esto es un muestrario. Uno puede encontrar temas interesantes en cualquier parte.

¿El programa va de la mano con el espíritu de Jakiunde, que pretende “diseñar y evaluar iniciativas que impulsen la sociedad del conocimiento”?

-Estamos para transmitir conocimiento, y eso lo podemos hacer de distintas maneras. Elaboramos informes, organizamos seminarios abiertos al público… pero Jakin Mina es el programa estrella. Cada año hay 500 y pico chavales. Son muchos… De cada generación hay un grupo de personas que han pasado por aquí, dejamos una pequeña huella. Es eso, transmisión de conocimiento.

Con este programa se baja a tierra ese objetivo de “impulsar el conocimiento”?

-Claro, llegar a la gente. No existimos por existir, existimos porque queremos transmitir conocimiento. Y eso puede hacerse a través de informes, coloquios pero también este tipo de iniciativas.

¿Cuáles diría que son las señas de identidad de la Academia, de Jakiunde?

-Es difícil, y puede sonar arrogante, pero queremos cultivar la excelencia. Escogemos a los miembros en virtud de su nivel académico. Nos esforzamos por escoger a gente del máximo nivel posible. Es el cultivo de la excelencia una de las señas. No pertenecemos a ningún bando de ningún tipo, ni en creencia ni de pertenencia a organizaciones políticas ni nada. El único elemento que nos une es nuestro amor al conocimiento. Y la tercera es que el conocimiento no es un patrimonio con el que disfrutemos nosotros, que también, sino que entendemos que debemos hacer un esfuerzo por transmitirlo a la sociedad. Esos son nuestros tres elementos: excelencia, neutralidad y transmisión del conocimiento.

Cogió las riendas en un momento complicado de crisis sanitaria.

-Justo es la pandemia, sí. Pero bueno, ha pasado en todas las instituciones. 2021 fue un año difícil, pero hicimos Jakin Mina on line. Estoy satisfecho, la verdad. Estamos reorientando nuestra actividad de comunicación, algo que está pendiente, pero mantenemos las líneas de acción fundamentales. 

¿Dónde le gustaría que estuviera Jakiunde de aquí a diez años?

-Me gustaría que tuviésemos mucha más actividad, y que cuando le dices a la gente “esto lo ha organizado Jakiunde” no te pregunte qué es Jakiunde. Que lo sepan. Seguimos siendo unos desconocidos, pero es cuestión de tiempo y paciencia.  

¿El objetivo es afianzarse a ojos de la sociedad?

-Aspiro a que esté más presente en el espacio público, porque será un síntoma de que la actividad tiene impacto social.

¿En qué sentido?

-Si no te conoce nadie es que no estas transmitiendo mucho. Todavía no se nos conoce lo suficiente. Ser conocido en esta sociedad no es fácil, existe lo que se llama la economía de la atención, la gente tiene capacidad limitada para atender a las cosas, y nosotros competimos con recabar la atención del público con otras instituciones. Con el tiempo todos tenemos nuestro nicho. Todo tiene su tiempo.