Más de 360.000 alumnos y alumnas comienzan el nuevo curso escolar en Euskadi, que arranca sin ningún tipo de restricción por la covid-19 tras dos largos años de pandemia, pero con problemas derivados, por un lado, del alza de los precios que afecta directamente al transporte escolar y también a los comedores escolares y, por otro, un problema informático con los profesores sustitutos, ya que hasta la tarde de ayer algunas de las 2.300 vacantes no pudieron completarse debido a un error informático en la página web.

En el primer punto los transportistas y el Gobierno vasco se reunieron para tratar de acordar las tarifas para el nuevo curso en la red pública, tras el fuerte incremento del precio de los carburantes de los últimos meses. Así, mientras en la red concertada los centros educativos han gestionado de manera directa con las empresas los precios y acordaron una subida de alrededor de entre un 8% y un 20% de media, en los centros públicos el Departamento de Educación y los transportistas tras más de cinco horas de reunión alcanzaron un acuerdo que fija una subida del 24,1% sobre el coste que recibieron el pasado curso las empresas que se encargan de gestionar este servicios en los centros públicos.

Todo ello en un contexto de subida de precios e inflación, las familias vascas tendrán que hacer frente a una vuelta al cole con un mayor desembolso. Y es que los libros de texto han subido un 12% con respecto al año pasado con el agravante de la implantación de la Lomloe (Ley Orgánica por la que se modifica la LOE de 2006), que también supone un gasto mayor en los libros de texto al no poderse heredar en los cursos impares.

Así, los hogares pagarán por alumno 405 euros de media, lo que supone un incremento del 4,7% respecto al curso pasado, cuando fue de 386 euros. Este dato supone el repunte anual más importante registrado en los últimos cinco años, ya que en general apenas llegaba al 2%.

Fallo informático

Por otra parte, un error informático complicó ayer por la tarde la adjudicación de las plazas del profesorado sustituto. Y es que aunque los profesionales de la enseñanza pública debían elegir entre las 12.00 y 15.30 horas en qué centro educativo querían trabajar, tanto el lunes como ayer la web “Ordezkagune” estuvo dando problemas. Por eso, el fallo informático obligó al Departamento de Educación a prolongar el horario de elección, que se amplió finalmente hasta las 20.00 horas.

Además, según apuntaban en la misma web “los candidatos que deseen participar en la oferta, deberán volver a realizar su solicitud de plazas, en ningún caso se mantendrán las solicitudes enviadas en la oferta del 5 de septiembre”.

Esto afectó a la adjudicación de algunas de las 2.300 vacantes surgidas en los últimos días. Ya que la mayoría de profesorado sin plaza, alrededor de 12.000, supieron donde iban a impartir clase este curso a lo largo de los meses de verano.

Sin embargo, quedaban por adjudicar las vacantes “de última hora” surgidas desde el 31 de agosto. Con ese objetivo se abrió el pasado lunes el procedimiento, pero un problema técnico a la hora de guardar las opciones elegidas por el profesorado provocó retrasos, hasta que finalmente se anunció la anulación del proceso y su realización este miércoles, debido a que ayer era jornada festiva. Sin embargo, las incidencias volvieron a ser protagonistas a lo largo del día de ayer, aunque finalmente consiguieron arreglarlos a última tarde, adjudicando todas las vacantes de los centros escolares.

Sin embargo, además del fallo informático, los sindicatos denunciaron “la poca previsión con la que se ha realizado el proceso de asignación de puestos vacantes, a menos de un día del arranque del curso escolar”. Steilas criticó en una nota ese retraso y destacaron que “seguiremos reclamando que en la mayor brevedad posible el sistema dé los pasos necesarios para su mejor funcionamiento”.