Cuatro religiosos del Santuario de Loiola han fallecido a causa de un brote del covid-19 que apareció en este centro de los jesuitas en Azpeitia el pasado 28 de septiembre. El foco se extendió hasta afectar a 22 personas -10 trabajadores y 12 sacerdotes- pese a que todas ellas habían recibido la vacuna contra el coronavirus, ha explicado Ignacio Echarte, rector del centro.

Tres de los fallecidos tenían más de 90 años y el cuarto, el último en morir, 75. Los cuatro presentaban patologías previas, ha señalado Etxarte, que ha precisado que los trabajadores contagiados han pasado la enfermedad en sus domicilios, mientras que de los jesuitas, siete fueron hospitalizados.

Este miércoles en el centro no había nadie ya con resultado positivo, incluidos los que se encuentran aún en la enfermería, que están esperando a que un nuevo test esta misma semana confirme que están libres del virus.

Etxarte ha asegurado que todos en el santuario han tomado precauciones para no contagiarse. "Pero el virus no avisa", ha dicho el sacerdote, que ha añadido que, a causa del brote, se vieron obligados a suspender los servicios religiosos, aunque han vuelto a celebrarse.