Desde que decayó el estado de alarma cada fin de semana tenemos noticias muy similares: grupos de jóvenes haciendo botellones en plazas y parques, sin respetar las normas sanitarias.

Los botellones no han surgido a raíz de la llegada del covid-19; son una práctica habitual entre numerosos jóvenes y adolescentes desde hace décadas. Sin embargo, muchos jóvenes califican como injusta la criminalización constante a la que están sometidos desde que comenzó la pandemia. Aunque cada fin de semana es noticia la celebración de botellones y no fiestas en numerosos municipios de la CAV, también es importante destacar que, según una encuesta del Observatorio Vasco de la Juventud, el 80% de los jóvenes apoya el cierre de parques para evitar botellones.

Asimismo, muchos jóvenes han demostrado una gran responsabilidad en relación a la situación sanitaria actual. Sin ir más lejos, la web de Osakidetza se saturó debido a la avalancha de jóvenes que quisieron coger cita para vacunarse el día que se habilitó. Más de 100.000 esperaron durante horas para conseguir una cita para inocularse.

Es evidente que los botellones suponen una práctica molesta para vecinas y vecinos; que un grupo de personas se reúna para beber en la calle a altas horas de la madrugada suele ser sinónimo de ruido y suciedad . Este problema no es nuevo. Sin embargo, desde hace más de un año que los botellones tienen un riesgo añadido; a parte de molestar, también son peligrosos.

Alternativas al botellón

A falta de una norma estatal específica, son las comunidades autónomas y los ayuntamientos los encargados de prohibir el consumo de alcohol en las calles. El pasado mes de julio el LABI decidió prohibir toda celebración que incluyera botellones y no fiestas.no fiestas

Más allá de vigilar el cumplimiento de las normas, algunos ayuntamientos tratan de ofrecer alternativas al botellón. Según la alcaldesa de Bakio, Amets Jauregizar, "todos hemos sido jóvenes y los ayuntamiento tenemos que ofrecer una alternativa de ocio".

Una alternativa que en el Ayuntamiento están orientando hacia la oferta cultural, con un cine de verano y otras actividades que pretenden "cubrir ese ocio", señala la alcaldesa. Asimismo, Jauregizar también reconoce que "los jóvenes tienen que entender que este verano tienen que estar más formales que otros años".