Mientras los contagios continúan al alza entre los jóvenes, las autoridades no cesan en su empeño de dar con la clave para frenar esta quinta ola. El certificado covid digital se creó para acreditar, a la hora de viajar, estar vacunado de la dosis completa, haber pasado el coronavirus o haber dado negativo en una prueba PCR. Sin embargo, en algunos países de Europa ya se utiliza para cribar el acceso a los establecimientos cerrados como bares o restaurantes. Francia, Grecia, Irlanda o Reino Unido han sido de los primeros en implementarlo. ¿Cómo ven los hosteleros vascos que esta medida pudiera llegar a sus establecimientos? DEIA se acerca a los bares de Portugalete para conocer de primera mano su opinión.

El bar La Cueva abría 15 días antes del inicio de la pandemia, con mucha ilusión y sin saber todo lo que iba a tener que luchar para conseguir, no solo hacerse un lugar, también mantenerse, en los espacios de ocio de los portugalujos. Ahora, además de la pandemia, se cierne sobre los hosteleros la posibilidad de que se implante la medida de tener que solicitar el certificado covid a los clientes. “Permitir la entrada solamente a los inmunizados es, en cierta manera, discriminar. Si la vacunación fuese obligatoria, podríamos exigir algo, pero es voluntaria”, asegura Ainhoa, que regenta La Cueva. Asimismo, expresa que esta medida haría que los clientes tuviesen más reparos a la hora de entrar al bar. “Yo estoy aquí para ganar clientes, no para perderlos”, señala.

Además, remarca: “los únicos que estamos tomando medidas efectivas somos la hostelería. Vas al m y la gente va como sardinas en lata, vas al banco y hay una cola en la que no se respeta la distancia de seguridad y mientras, en el supermercado, ni te desinfectan el carro. Somos la cabeza de turco este año”.

En la misma línea que Ainhoa, Jenni Lorena, dueña del bar Estatxa, considera que es una medida “poco efectiva”. “Hay personas que tienen las dos dosis de las vacunas y han dado positivo”, declara.

“En este momento los especialistas, los virólogos, las personas que saben de esto indican que están a la espera de una mutación de las variantes, por lo que quizás lo que deberíamos seguir reforzando sería el uso de la mascarilla, el gel hidroalcohólico y la distancia de seguridad”, indica. Asegura también que considera que son estas las medidas que nos van a ayudar a salir de la pandemia: “debemos ser responsables y procurar no contagiarnos, no dejarlo todo el manos de la vacuna”.

Maricarmen, una portugaluja que se encuentra en la terraza del Estatxa junto a su familia, señala que la medida le parece “algo exagerada”. “Más que pedir un papel para entrar en los bares, la gente tiene que tomar las cosas en la calle, el virus se concentra en espacios cerrados, por lo que hay que fomentar el consumo en terrazas”, señala. Así mismo, añade que “es necesario que la gente se conciencie de que la mascarilla hay que ponérsela bien, no vale salir del baño o del ascensor con ella por debajo de la nariz”. “Si somos mayores para votar o para determinadas cosas, deberíamos ser adultos también para ser conscientes de en qué momento estamos y cuál debe ser nuestra actitud”, apunta.

Aunque la hostelería vive momentos duros con la pandemia, también hay quien ha apostado por la ilusión. Es el caso de Jon y María Luisa, dos hermanos que, a pesar del miedo de empezar un negocio en plena la pandemia, han querido cumplir su sueño y desde el pasado 1 de julio regentan el New Sweet en Portugalete“Muchos bares tuvieron que cerrar, lo que conllevó que la zona se quedara un poco triste y con el fin de animarla, cogimos toda nuestra ilusión y abrimos el bar”, indica María Luisa. La apertura del establecimiento les ha hecho tener que conocer al dedillo las restricciones en la hostelería, sin embargo, aseguran que “no tenemos ningún problema con la clientela, todos saben lo que tienen que hacer”.

Respecto al uso del certificado covid para permitir la entrada a los bares, María Luisa señala que le parece “innecesario”. “Nos complican más las cosas, superar la pandemia está en manos de cada uno, de que seamos responsables. Medidas como esta no nos permiten avanzar”, añade.

Pilar, Marcial y Joseba, por su parte, mientras toman el vermut en la calle Navarra, también hablan sobre la posibilidad de que, al igual que en Francia, se implante en Euskadi el pasaporte covid en la hostelería. “Me pregunto si eso no hace que la intimidad de los ciudadanos quede al descubierto. Los datos médicos no tienen por qué ser públicos”, señala Pilar.

“No me parece tan mala idea si se aplica para las zonas más turísticas, en las que el trasiego de gente es más variado y es más difícil controlar quién viene y quién va”, apunta Marcial. “Considero que aquí con lo que tenemos es suficiente, siempre y cuando hagamos un buen uso de la mascarilla y cumplamos las medidas”, añade.

Joseba, por su parte, indica que entiende que hay que respetar las medidas porque “esto hay que pararlo”. Sin embargo, señala que “se está perdiendo lo bonito de txikitear, al tener que sentarnos perdemos el ritmo”.

Además de los países vecinos, dentro del Estado también se ha empezado a implantar esta medida. Canarias es un ejemplo de ello, ya que la aplicará tras haber recibido la negativa del Tribunal Superior de Justicia de Canaria (TSJC) para implantar el toque de queda.

Los hosteleros vascos, por su parte, rechazan esta medida y abogan por reforzar el mensaje del correcto uso de la mascarilla y las medidas actuales.

“Superar la pandemia está en manos de cada uno de nosotros, de que tengamos actitudes responsables ”

Dueña del New Sweet

“Con las medidas que tenemos es suficiente, siempre y cuando se cumplan y se haga buen uso de la mascarilla”

Portugalete

“Me pregunto si la medida no hace que la intimidad de cada uno quede al descubierto”

Portugalete

“Permitir la entrada solamente a los inmunizados es, en cierta manera, discriminar”

Dueña deLa Cueva