El Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo, integrado por 38 organizaciones sanitarias, considera que las tabaqueras deben de pagar "los platos rotos de lo que están haciendo" y asumir el coste de planes de tratamiento y prevención porque es una "industria mortífera, que mata a uno de cada dos clientes".

En el Día Mundial Sin Tabaco, Joseba Zabala, miembro del Comité Nacional de Prevención (CNPT) y portavoz de la Sociedad Vasco Navarra de Prevención del Tabaquismo, apuesta por el encarecimiento de la cajetilla porque está demostrado que el precio incide directamente en la tasa de consumo, pero no cree que haya que penalizar solo al fumador, que es la víctima, sino también a las tabaqueras.

El especialista en Salud Pública propone al Ministerio de Sanidad que acometa un plan de prevención y tratamiento del tabaquismo al estilo de Francia que "implique a las tabaqueras en la financiación", siguiendo el lema de la campaña de la Liga francesa contra el cáncer: El que contamina y mata, que pague.

El experto plantea una nueva fiscalidad, de forma que el Estado cargue un gravamen a las tabaqueras sobre los beneficios y, con ese fondo obligarles a generar proyectos preventivos y planes de salud contra el tabaquismo.

Zabala, portavoz de la iniciativa XQNS (Por Qué Nosotros Sí), propone que las sanciones a las empresas por incumplimiento de la ley del Tabaco se dediquen de manera finalista a proyectos de prevención.

Para Zabala y las sociedades médicas contra el cáncer, como la Sociedad Española de Oncología Médica, la prevención es el leit motiv de este 31 de mayo porque el tabaco mata a la mitad de los consumidores y es el principal factor de riesgo evitable para el desarrollo de tumores y muertes por cáncer.

Cambios de actitud

Además de a la prevención, Zabala apela a cambios de comportamiento, porque el tabaquismo, dice, es una segunda pandemia o más bien "una superposición de pandemias" que supera en muertos a las víctimas del covid-19. Según la Sociedad Española de Epidemiología, el tabaco mata cada año en España a 56.000 personas. En 2020, España cerró, según las cifras oficiales, con 1,9 millones de contagios por covid-19 y 50.837 fallecidos.

Ante estas cifras, Zabala apela a cambios de comportamiento y ve "absolutamente necesario" que no se fume en las terrazas. Lo que no entiende es que muchas instituciones públicas "miren para otro lado".

Zabala recuerda que fumar o vapear son actividades de alto riesgo. "Fumar un único cigarrillo obliga a cinco minutos de mascarilla bajada y a doce bocanadas de aerosoles impulsadas al exterior".

Este médico de Salud Pública pide que no se fume mientras se camina porque "si una persona está fumando cinco minutos puede recorrer hasta 300 metros sin mascarilla, y es un riesgo añadido de transmisión". Y este es el motivo, dice, por el que gobiernos autonómicos como los de Nafarroa y Canarias han dictaminado "con acierto" que no se fume andando.

Día mundial sin tabaco

El covid ayuda al antitabaquismo

Destacado. El director de la Unidad de Control del Tabaco del Instituto Catalán de Oncología, Esteve Fernández, afirmó que, pese a las "interferencias" de las tabaqueras al principio de la pandemia, el covid-19 "ha ayudado a hacer avances" en la lucha contra el tabaquismo. "Al principio de la epidemia había mucha desinformación y las tabaqueras lo aprovecharon para sugerir que el tabaco no era malo para el covid sino al contrario, que protegía...", recuerda el doctor Fernández. "En general, ha ido bien el covid en este sentido, porque se prohibió fumar en la vía pública sin distancia de seguridad y hay muchas autonomías que sacaron el tabaco de las terrazas de los bares".