"Tu familia te necesita aquí, con nosotros, donde tú mereces estar, así que no pararemos hasta que te encontremos”. “Quererte ha sido fácil, olvidarte es imposible. Cueste lo que cueste, te traeremos a casa para volver a estar juntos”. “¡Siempre con nosotros. Te queremos y esperamos, no tardes!” Se pueden leer muchos mensajes alrededor del pequeño altar repleto de flores colocado en la parte trasera del kiosco de la plaza Euskadi, que luce también pancartas y dibujos en recuerdo del vecino de Zalla desaparecido en el vertedero de Zaldibar. Desde aquel fatídico 6 de febrero de 2020, este lugar se ha convertido en punto de encuentro en la localidad encartada de las movilizaciones ciudadanas para trasladar todo el cariño a la familia, exigir al Gobierno vasco que no cesara la búsqueda del cuerpo de Joaquín Beltrán y reclamar que se depuren responsabilidades por el derrumbe. La última vez, ayer mismo a las 20.00 horas en una concentración convocada por la plataforma Zaldibar Argitu.El desánimo cundió en Zalla en cuanto se anunció la temprana comparecencia del consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, y la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia. Ya se barruntaba lo que iban a comunicar y la confirmación de que no se seguirá buscando a Joaquín cayó como un jarro de agua fría. “Siempre quedaba la esperanza de poder traerle de vuelta. No quiero ni pensar cómo lo tiene que estar pasando la familia. Es un golpe durísimo, un mazazo”, comentaba Julen, recordando las convocatorias de todos los jueves y los días 6 de cada mes que únicamente se interrumpieron por el confinamiento.

Homenaje silencioso en Zalla por Joaquín Beltran

Homenaje silencioso en Zalla por Joaquín Beltran

En un municipio relativamente pequeño “todos nos conocemos”, un tópico muy cierto que repetía una consternada Araceli Isla. “Era un hombre muy bueno, en el pueblo se le aprecia, a él y a los suyos”, describía. “¿Quién no querría poder enterrar a su ser querido? Lo que llevan un año pasando me parece terrible y saber que se quedará sepultado añade más sufrimiento al sufrimiento y supone que no acaben de cerrar el duelo”, lamentó. Cuando el accidente trascendió en Zalla “no dábamos crédito; al principio pensábamos que iban a poder sacarle relativamente rápido, pero se vino abajo una magnitud de escombros impresionante...”, rememoró Manoli Llantada, muy afectada.

En cambio, a Maite no le sorprendió este desenlace porque “transcurrido tanto tiempo sin salir a la luz ya se intuía que los trabajos no iban a llegar a buen puerto”. Su marido, Txomin, apuntó al precedente del desmoronamiento de un vertedero de A Coruña en 1996, “en el que tampoco se hallaron los restos de la persona desaparecida”. “Si hubieran dado con algún objeto metálico... pero hablamos de muchas toneladas de residuos industriales”, comentó. “Veíamos complicado que apareciera”, coincidieron Leticia, Joana y Argiñe, que se enteraron del colapso del vertedero “por la tarde cuando íbamos al colegio” a recoger a los niños. “Quizás si hubiera venido el ejército a colaborar como se dijo los primeros días... No sé si habría cambiado algo”, apostilló la primera.

Condolencias del Consistorio

Por su parte, el Ayuntamiento de Zalla emitió un comunicado en nombre de la Corporación municipal para extender todo su “cariño y apoyo a la familia y amigos de nuestro vecino Joaquín Beltrán y ponernos a su total disposición para lo que necesiten”. Ayer fue “un día triste para todo el pueblo de Zalla, porque durante estos largos quince meses no hemos perdido la esperanza de que se hallara el cuerpo de Joaquín para que su familia y amigos pudieran descansar y darle su último adiós”, concluía la nota.

“Saber que se queda sepultado añade más sufrimiento al sufrimiento”

Vecina de Zalla