La herencia covid de la Semana Santa es demoledora en Euskadi. La pandemia volvió a desbordarse con más de un millar de contagios, en concreto 1.003, en un solo día. Se trata del número más alto desde el pasado 3 de febrero. La velocidad de propagación y el riesgo de rebrote crecen al ritmo de la vuelta de Navidades, mientras la presión en las UCI prosigue su escalada, con 133 enfermos críticos. Además, el coronavirusAsí, las cosas, la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, alertó ayer de la gravedad de la situación y de que si la tendencia ascendente se mantiene, Osakidetza deberá posponer intervenciones quirúrgicas.

Los nuevos 1.003 infectados fueron detectados tras realizar 11.247 pruebas diagnósticas. Con estos datos, la tasa de positividad se sitúa en el 8,9% y pulveriza todos los registros, situándose en unos límites peligrosos, ya que la Organización Mundial de la Salud considera que por encima del 5% el riesgo de transmisión del virus está disparado.

La cepa británica está detrás de ocho de cada diez contagios y, según Sagardui, puede afirmarse que "ha sustituido de alguna manera al virus original". Menor presencia tienen la variante brasileña, con 57 casos; la sudafricana, con 26, y la nigeriana, con uno.

Otro indicador que sigue al alza es el de la incidencia acumulada por 100.000 habitantes en catorce días, que alcanzó los 437 casos en la Comunidad Autónoma Vasca (CAV), frente a los 420,15 del lunes. Esta tasa subió de manera más acusada en Gipuzkoa, que en un día pasó de 500,1 a 534,2 casos. También se incrementó, aunque de forma más leve, en Bizkaia, hasta 371,5.

Comunidades a distintos ritmos

En este sentido, el viceconsejero de Salud, José Luis Quintas, explicó en una entrevista en Radio Euskadi que no hay "la explicación completa" de por qué se está "en unos momentos peor que en otros" o en comparación con otras comunidades. No obstante, matizó que "las comparaciones del momento tienen el sesgo" de que las comunidades van a distintos "ritmos". Según indicó, se ha observado que, en cada pico, el momento de subida en Euskadi es "más tardío" que la media del Estado y eso hace que en otras comunidades "lleguen al techo y empiecen el descenso antes", por lo que "si comparamos esos momentos en que estamos subiendo y otras comunidades están ya de bajada, la diferencias son importantes.

De la gravedad de la pandemia son testigos las unidades de cuidados intensivos que siguen llenas de enfermos graves y están ocupadas por 133 personas. Es el séptimo día consecutivo con subidas de pacientes en este tipo de camas hospitalarias. Sagardui recordó que en octubre había 45 camas ocupadas en las UCI vascas por enfermos covid, mientras que cuando arrancó la tercera ola de enero había ya 71. Esta cuarta ola llega sin vaciar las unidades de críticos, porque en el peor momento de marzo había ochenta pacientes en esas condiciones.

Sagardui aseguró ayer miércoles que en este momento es posible mantener actividad asistencial ordinaria y dar una "atención adecuada", pero advirtió de que habrá que tomar medidas si la incidencia sigue en aumento. El plan de contingencia de Osakidetza contempla cinco escenarios y ahora se encuentra en el tercero, con 331 camas habilitadas. Sin embargo, hay capacidad de duplicarlas y llegar hasta 600, si "lamentablemente" fuera necesario. Ese escenario también obligaría a "priorizar las intervenciones quirúrgicas".

La consejera puso en valor el trabajo de los rastreadores de Osakidetza después de que los grupos de la oposición cuestionaran que solo se conozca el 50% de los contagios. Sagardui negó este extremo y explicó que la mitad de los infectados son identificados antes de tener síntomas, por ser contactos estrechos de otros contagiados, fruto de esa labor de rastreo. La consejera apeló a la "responsabilidad personal" para cumplir con las medidas sanitarias, que "ya son estrictas de por sí", al tiempo que recordó que las medidas están en permanente revisión.

La CAV, en rojo

Con toda la CAV en rojo, durante la semana comprendida entre los pasados días 5 y 11 se contabilizaron 39 nuevas muertes por la pandemia, todas ellas de enfermos mayores de 59 años. Por tramos de edad, hubo que lamentar el fallecimiento de cuatro contagiados de 60 a 69 años, catorce muertos de 70 a 79 años, ocho óbitos de personas de 80 a 89 años y once defunciones de vascos de más de 90 años. Además, hay 566 hospitalizados con covid, el mayor número desde el 18 de febrero y en las últimas horas ingresaron noventa pacientes.

Otro de los parámetros que se utiliza para medir la evolución de la pandemia es el número R0, que indica a cuántas personas puede contagiar un infectado, que sigue al alza y se situó en 1,18. En este sentido, Quintas definió la situación epidemiológica de Euskadi como "mala, aunque se ha estado peor". Pidió a la población que, pese a estar vacunada, no se relaje "un ápice" y advirtió, de que el hecho de vacunarse puede dar "una falsa sensación de seguridad que implique un relajamiento de medidas preventivas".

Estadística

4.088 muertes

Mayores de 90. Hasta el domingo se habían contabilizado en Euskadi 4.088 muertes por la pandemia, de 178.836 contagiados, lo que representa una letalidad del 2,3%. Por tramos de edad, el mayor índice de mortalidad continúa entre los mayores de 90 años, ya que han fallecido 1.177.

910 en Bilbao

Defunciones. La pandemia ha provocado la muerte de 910 vecinos de Bilbao, en Gasteiz se han alcanzado 597 muertes y en Donostia, 360. Otras localidades que lamentan más de un centenar de fallecidos son Barakaldo (189), Getxo (121) y Basauri (103).