Euskadi siempre se ha caracterizado por sus progresistas políticas en cooperación al desarrollo con los países más desfavorecidos Y aunque pudiera parecer lo contrario, a pesar del impacto económico provocado por la pandemia del coronavirus, la mayoría de las instituciones vascas siguen manteniendo sus políticas de cooperación y apostando por la solidaridad.

Así lo constatan desde la Coordinadora de ONG de Desarrollo de Euskadila Coordinadora de ONG de Desarrollo de Euskad, integrada por 79 ONG que trabajan en cooperación internacional. Esta organización ha analizado la ejecución presupuestaria de estas políticas durante 2020 en las principales instituciones: Agencia Vasca de Cooperación para el Desarrollo-Gobierno vasco, Diputaciones Forales de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, y Ayuntamientos de Gasteiz, Bilbao y Donostia.

El estudio concluye que de forma mayoritaria y, a pesar de la grave crisis sanitaria por la que atraviesa el país, las instituciones vascas están llevando a cabo un importante esfuerzo por mantener las políticas sociales. Unas políticas que sitúan a las personas en el centro.

La Coordinadora quiere reconocer y aplaudir que en el contexto económico actual tan complicado, las instituciones vascas no hayan tenido la tentación de recurrir a la vía fácil del recorte en cooperación, "ya que o bien están ejecutando la mayor parte de las partidas previstas, o en algunos casos están realizando algunos ajustes para adaptarse al contexto, pero a grandes rasgos percibimos una actitud favorable y continuista", indican con satisfacción.

"Esta apuesta posibilita que, a pesar de la situación, desde Euskadi se puedan seguir llevando a cabo políticas solidarias en los países empobrecidos; y que, por tanto, "también seamos parte de la solución en esta crisis global para que nadie quede atrás".

EXCEPCIÓN

Reconocen desde la Coordinadora de ONGs vascas que la Diputación foral de Araba es la principal excepción de la tendencia al alza de los presupuestos de cooperación que se lleva a cago en el resto de los territorios, ya que en 2020 ha llevado a cabo importantes recortes para la cooperación al desarrollo.

Explican que del presupuesto de 1.383.352 euros para este fin en este ejercicio, "las partidas suprimidas podrían suponer alrededor de 733.500 euros, lo que refleja un recorte cercano al 53%".

Censuran las organizaciones vacas que las partidas presupuestadas, y finalmente no ejecutadas, corresponden a lo comprometido para los esfuerzos que las ONGD realizan para paliar la situación de las personas más vulnerables, aquí y en los lugares habituales de trabajo. "En ninguna otra institución vasca se ha tomado una decisión así", reconocen