La crisis causada por la pandemia de covid-19 ha "condicionado" la criminalidad en Euskadi al bajar los delitos un 16,9 % durante el verano, un descenso que alcanza el 50 % en el caso de las agresiones sexuales.

El Departamento de Seguridad ha informado de que con el inicio del estado de alarma los delitos se redujeron "notablemente", sobre todo durante el confinamiento. Sin embargo, las distintas fases de la desescalada motivaron un incremento paulatino de la actividad criminal gracias a la mayor libertad de movimiento.

No obstante, en verano la tasa de criminalidad ha descendido de forma generalizada en comparación con el mismo periodo del año anterior. Así, la Ertzaintza ha registrado entre julio y agosto 13.213 infracciones penales, es decir 2.695 delitos menos que en el verano del año pasado (-16,9 %).

Las agresiones sexuales, uno de los "delitos estratégicos", han descendido un 50 % al pasar de 48 a 24. En Bizkaia los casos han bajado de 30 a 13 y en Gipuzkoa de 15 a 5, pero en Álava han aumentado de 3 a 6 casos.

En general los delitos contra la libertad sexual han experimentado una disminución del 22,5 % (de 93 a 72), algo que Seguridad relaciona con las medidas tomadas para combatir la pandemia, como el confinamiento, las distintas limitaciones de movilidad en las siguientes tres fases, la limitación de horarios de hostelería y la suspensión de fiestas patronales.

De hecho el confinamiento motivó que abril se cerrara con el menor número de delitos contra la libertad sexual de los últimos 14 meses, con 19 casos. Este tipo de delitos fue subiendo de manera gradual en la desescalada hasta llegar a 55 en julio, un valor "similar" al del año anterior. No obstante, en agosto hubo un descenso del 25 % con respecto del mes anterior y del 52 % en relación al mismo mes de 2019.

En cuanto a los homicidios, en verano hubo dos, la misma cifra que el año pasado, y ambos casos fueron resueltos. El primero se cometió el 11 de julio en Bilbao cuando una mujer agredió con un cuchillo a su marido y el segundo fue el 27 del mismo mes en Vitoria donde un joven de 18 años asesinó a otro con un arma blanca. Los homicidios y asesinatos en grado de tentativa han pasado de 2 a 6 casos.

El maltrato en el ámbito familiar, que incluye tanto la violencia machista como la doméstica, aumentó un 6,8 %, al pasar de 764 a 816 casos. El mayor incremento se dio en Álava con un 12 % (de 108 a 121), seguido de Gipuzkoa con un 6,6 % (de 242 a 258) y Bizkaia con un 5,56% (de 414 a 437).

Este tipo de delitos no se ha visto reducido como el resto por las medidas contra la pandemia debido al mayor contacto familiar durante el confinamiento.

Los delitos contra el patrimonio, que suponen el 70,4 %, del total bajaron un 22,7 %. Los robos con violencia o intimidación cayeron un 16,5 % (de 254 a 212 casos) a pesar de que solo se redujeron en Bizkaia donde pasaron de 195 a 135 casos (-30,7 %) y subieron Gipuzkoa de 36 a 48 y Álava de 23 a 29 casos.

Los robos en vivienda descendieron casi un 23 % en el conjunto de Euskadi: un 50,9 % en Álava y un 33,7 % en Bizkaia, pero ascendieron un 19,9 % en Gipuzkoa; mientras que los robos con fuerza en empresas cayeron en total un 44 %: un 46,6 % en Gipuzkoa, un 41,3 % en Bizkaia y un 40 % en Álava.

Las estafas son el único delito contra el patrimonio que ya ha vuelto a valores similares a 2019. Este tipo de actuaciones tenían una tendencia "claramente alcista" antes de la pandemia, y a pesar de que en marzo y abril hubo un descenso significativo, se ha producido "una rápida recuperación".

Los hurtos son el delito que más bajó durante el confinamiento al estar relacionado con el ocio y las aglomeraciones, y en verano han descendido 41,2 %.