Ayer no se llegaron a alcanzar los 40 grados de la semana pasada pero casi. Hasta 38 grados registraron los termómetros de la capital vizcaina en una medición que, ya se sabe, es algo superior a la real por el propio calor que genera la urbe, pero que da fe de que ayer estar en la calle sin sombra que resguardara era una autentica tortura. Las playas fueron para miles de vizcainos bálsamo de fierabrás, tanto que seis de ellas tuvieron que cerrar sus accesos al superar el aforo permitido.

Una joven se hidrata en plena plaza Moyúa. Foto: Oskar González

El sol no llevó mascarilla y pegó con fuerza sobre todo en las horas centrales con un aliado básico, el viento que llegó del sur para aportar aún más calor. Una combinación desagradable que supuso agobiarse con esa sensación pegajosa en el cuerpo por muy ligeros de ropa que transitaran por la calle los viandantes.

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Jornada de intenso calor en Bizkaia

De ahí que la escena de peatones que no portaban la agobiante mascarilla o la llevaban de aquella manera se repetía de una manera demasiado habitual para la situación de pandemia que mantenemos.Las predicciones no fallaron y poblaciones del interior de Bizkaia, como Galdakao y Sodupe, superaron los 39 grados, llegando en la primera a 39,5, según datos de la agencia vasca Euskalmet. Las piscinas de todos los municipios cubrieron sus plazas y las terrazas a la sombra eran los espacios más deseados.

Por la tarde, el Gobierno vasco informó del serio riesgo de incendios en las masas forestales que se produjo ayer por la situación climática a lo que se unió una humedad relativa muy baja. Un peligro que se mantendrá durante toda la jornada de hoy hasta que anochezca.

Y en este escenario bochornoso las playas ayer fueron destino del personal que ha decidido pasar sus vacaciones en casa. Es evidente que la jornada laborable restó afluencia pero a partir de la una del mediodía seis playas ya presentaban la etiqueta de aforo elevado en el panel de información que aporta BizkaiUP, la aplicación foral para móviles creada para este verano tan atípico de coronavirus y contagios ya por centenares cada día.

Fueron los arenales de Aritzatxu, Bakio, Gorliz, Isuntza, Laga y Las Arenas los que presentaban cantidad de buscadores del frescor que arrojaba el mar y que minizaba el calor a los treinta grados a lo largo de toda la costa del territorio.

Con la jornada intensiva finalizada muchos vizcainos no esperaron. Sobre las tres de la tarde el arenal de Laga fue el primero en cerrar sus puertas ante el llenazo que presentaba su espacio acotado como medida preventiva ante el covid-19. Poco después La Arena, la playa de Ezkerraldea y la más grande de Bizkaia, se fue llenando poco a poco hasta que la alarma saltó y sobre las 17.00 se informó que ya no entraba más gente.

Cierre de accesos

La Ertzaintza y la Policía Municipal tuvieron que cerrar los accesos y poco después completaban también su aforo la playas de Las Arenas, Isuntza, Karraspio y Ari-tzatxu y se procedía a idéntica medida restrictiva que en algunos casos se prolongó toda la tarde. Se notaba que la directriz de no pasar más de tres horas al sol dictada por las autoridades no fue demasiado atendida.

De ahí, que el mosqueo de los que esperaban disfrutar de un baño refrescante fuera de campeonato cuando tuvieron que hacer cola bajo un sol inclemente. Una espera más, añadida a la que muchos conductores protagonizaron para estacionar sus turismos. Los aparcamientos de todas las playas referencidas habían echado la barrera. La circunstancia se repitió en otros puntos playeros como Armintza, Ereaga, Muriola, San Antonio o Toña, que se unieron por la tarde al club de playas con aforo elevado.

Por eso quizás el metro llenó muchos de sus convoys camino de las playas de Getxo, Sopelana y Plentzia. Tanto a última hora de la mañana como durante toda la tarde, la línea 1 saturó sus paradas veraniegas y cientos de bolsas de playa y alguna sombrilla se pudieron ver pasando por las canceladoras.

Y para este fin de semana los termómetros seguirán mirando al cielo despejado. Las predicciones para hoy son casi idénticas a las de ayer. El Gobierno vasco mantiene su nivel amarillo de alarma antes las altas temperaturas previstas. En la costa no se subira de los 30 grados pero es que por la noche se espera que dormir sea incomodo ya que las mínimas en la madrugada del viernes par el sábado no bajen de los 20 grados. Las sabanas se le pegaran a más de uno y no precisamente porque se duerma.

Ayer por la tarde y todo el día de hoy hay peligro de incendios forestales por el calor, el viento sur y la escasa humedad relativa en el ambiente.

Además de impedir el acceso en seis playas, los aparcamientos de, al menos, cuatro más se llenaron también durante la jornada de ayer, lo que supuso un trastorno notable.

El suburbano fue el modo de transporte elegido por muchos vizcainos para llegar a Sopelana, Getxo y Plentzia y las playas que cuentan con paradas cercanas.

39,5 o

Los termómetros más altos se vieron a las tres y media de la tarde de ayer. Se alcanzaron los 39,5 grados en Galdakao, una décima menos en Laudio, y 39 grados en Sodupe. Fueron los valores más elevados que registraron ayer los termómetros en Euskadi, segun la Agencia Vasca de Meteorología.

26 grados de media diaria. El pasado julio ha sido el tercero más cálido desde que hay registros, por detrás de 2015 y 2006, y terminó con un carácter "muy cálido y seco", con las segundas temperaturas máximas más altas de la historia, según indicó la Agencia Estatal de Meteorología, que lo sitúa, además, como el octavo más seco de este siglo. A final de mes una ola de calor se propagó hasta principios de agosto y dejó récords absolutos de temperatura. En concreto, julio tuvo una media de 26 grados centígrados, cuando lo normal en la península para el periodo de referencia, entre 1981 y 2010, son 24 grados.