La Dirección General de la Marina Mercante mantiene a día de hoy la prohibición de entrada al Estado de cruceros procedentes de cualquier puerto hasta la finalización de la actual crisis sanitaria, pero algunas navieras están convencidas de que la pandemia cederá terreno en unos meses para poder operar. Es la razón por la que la Autoridad Portuaria de Bilbao recibió la petición de un armador alemán para efectuar escala en los muelles de Getxo en octubre próximo con un crucero de tamaño medio, según pudo saber DEIA.

"Serán unos 300 o 400 pasajeros los que embarcarán y desembarcarán, pero todo esto se tiene que confirmar a lo largo del próximo mes", explicó ayer a DEIA Luis Gabiola, director de Operaciones, Comercial y Logística del Puerto de Bilbao.

Si la situación sanitaria, y las autoridades marítimas lo permiten, será el primer buque de recreo que llegue a Euskadi precisamente en el mes en el que tradicionalmente se cierran las temporadas de cruceros.

La soledad este año de la terminal marítima Olatua, en Getxo, ha sido completa. La paralización del sector de cruceros le hacia sentir ayer al presidente de la Autoridad Portuaria, Ricardo Barkala, "mucha pena" sobre todo cuando "esperábamos que este año fuera muy bonito, con récord de previsión de cruceros, 65 embarcaciones con una estimación de pasaje de 80.000 cruceristas".

Barkala se refirió a este tráfico en la presentación de los resultados del Puerto de Bilbao durante el primer semestre del año, un periodo lastrado en profundidad por las consecuencia del coronavirus. El presidente aseguró que "mantenemos el pulso para cuando acabe la pandemia", aunque este año la temporada está ya dada por perdida. Todos los armadores buscan vías para cambiar de rumbo su negocio y trabajan en ofrecer viajes con travesías mas cortas, para reducir riesgos sanitarios, y efectuar muy pocas o ninguna escala para controlar mejor a los pasajeros. Esto obligaría a potenciar las actividades de entretenimiento a bordo.

En cuanto a las dos líneas marítimas regulares de ferris que conectan Euskadi con Gran Bretaña e Irlanda, Barkala calificó de "drama" las cifras de pasajeros, con solo 17.555 pasajeros transportados, un 63% menos, debido a que hasta el pasado 30 de junio Brittany Ferries, la naviera que opera los dos trayecto, no pudo embarcar pasajeros.

Los ferris, con doble control anticovid entre los pasajeros. Los pasajeros que llegan del Reino Unido e Irlanda en los ferris a las instalaciones de Zierbena pasan dos análisis sanitarios. Primero, en la misma embarcación y si algún pasajero tiene síntomas o los médicos sospechan, le hacen un test y queda apartado durante el desembarque. Una vez en tierra, dos sanitarios de Sanidad Exterior efectúan un segundo chequeo y en función del estado de la persona se sigue el protocolo de Osakidetza.