Ni siquiera los nuevos focos y rebrotes asociados a la pandemia frenan los desplazamientos por carretera en la Comunidad Autónoma Vasca. Las retenciones y el tráfico denso continúan siendo un clásico del verano en la red viaria vasca, incluso en el año con los menores flujos procedentes del continente europeo tras la anulación de la tradicional operación Paso del Estrecho por el cierre de fronteras de Marruecos. La muga con Francia, de momento, sigue abierta, tal y como confirmó ayer el Gobierno español.

Y es que la evolución epidemiológica dentro y fuera de Euskadi determinará también las futuras actuaciones en materia de tráfico y seguridad vial. Hasta la fecha es habitual encontrarse vehículos con matrícula extranjera cruzando la geografía vasca en dirección a Portugal, principalmente. Y en el hipotético caso de que Marruecos optara por permeabilizar sus pasos fronterizos, la Dirección de Tráfico del Gobierno vasco pondría en marcha un plan para responder con garantías al aluvión de turismos que pudieran llegar desde Europa hacia el sur de la península y agilizar la circulación en puntos estratégicos.

Por el momento, y para prestar atención a ese tráfico internacional de baja intensidad que absorben las carreteras vascas, se han reforzado las señales en distintos idiomas -inglés, francés y árabe- en áreas de servicio y de descanso de la AP-8 y de la AP-1. En ellas se recuerdan las medidas de higiene universales para evitar contagios ante las probables concentraciones de personas. En cualquier caso, la preocupación más inmediata de las autoridades vascas se centra en los desplazamientos locales.

Lo reconoció así la directora de Tráfico, Sonia Díaz de Corcuera, quien apuntó a ese notable incremento de los flujos domésticos. “Hasta el momento -dijo- observamos un aumento del tráfico interno en las carreteras vascas y hacia las comunidades limítrofes” como Cantabria, Burgos, La Rioja, Nafarroa o Iparralde. Y como todos los años por estas fechas, se prevé que este fin de semana y el próximo -último de julio y primero de agosto, respectivamente- sean “los más complicados” al coincidir los desplazamientos de salida y de regreso.

Según los datos facilitados por la Dirección de Tráfico del Gobierno vasco, la zona que mayor densidad de tráfico local ha registrado ha sido la A-8 en sentido Cantabria desde Bizkaia. Los días 3 y 18 de julio hubo retenciones de hasta 16 kilómetros debido a la cantidad de vehículos y a varios accidentes en Saltacaballo y Mioño. Por otra parte, el 19 de julio hubo más de veinte kilómetros de retenciones en zona cántabra en sentido Bilbao.

En Gipuzkoa el 14 de julio, debido a la festividad en Francia y las consiguientes restricciones para vehículos pesados, se registraron retenciones de hasta trece kilómetros en la AP-8, en el peaje de Biriatou, sentido Francia. En Araba, por el contrario, la operación Salida transcurrió sin incidencias reseñables debido precisamente a la reducción de esos flujos internacionales.

Con todo, la Dirección de Tráfico mantiene activadas las operativas de señalización especiales en los puntos de la red bajo su competencia. Por ejemplo, en el nudo de Armiñón, en colaboración con la Diputación Foral alavesa, se ha habilitado una señalización provisional recomendando el uso de la ruta alternativa por la N-1 que discurre paralela a la A-1, entre La Puebla de Arganzón y el acceso a la AP-1 de Armiñón.

Eso sí, desde que se activó el dispositivo especial de tráfico se han registrado cinco fallecimientos en las carreteras vascas, tres en Bizkaia y dos en Gipuzkoa, dos más que en el mismo periodo del verano anterior. La Dirección de Tráfico ha lanzado otra campaña de sensibilización, Berriro ateratzea/Volver a salir, en la que insiste en llamar a la responsabilidad en la conducción, más aún en un momento tan inusual y excepcional como el presente.