Las excavadoras y demás maquinaria pesada ya han empezado a actuar al lado de la terminal del aeropuerto de Bilbao con el objetivo de construir el bloque técnico, un edificio que albergará las oficinas e instalaciones de los empleados tras abandonar sus actuales dependencias en La Paloma. Con ello se generarán varios espacios que, después de ser habilitados convenientemente, podrán ser utilizados por los pasajeros dotando a la terminal de mayor holgura en salas de embarque y creando nuevos espacios que sumarán 2.000 metros cuadrados de superficie.

Ayer lo pudieron comprobar de primera mano el delegado del Gobierno español en el País Vasco, Denis Itxaso; el subdelegado en Bizkaia, Vicente Reyes, y la directora de la infraestructura aérea, Cristina Echeverría. Los tres salieron fuera de la terminal para comprobar los movimientos de tierra y los socavones donde echa sus raíces el edificio técnico, un proyecto en el que Aena, como gestor de los aeropuertos del Estado, está invirtiendo 12,2 millones de euros. El objetivo es que, para el invierno de 2022, el edificio esté concluido y eso a pesar del parón inicial que se generó durante el estado de alarma, el cual finalizó el mes pasado.

El nuevo bloque contará con 7.700 metros cuadrados distribuidos en cinco plantas, que aprovecharán la pendiente de la parcela para dar acceso directo al lado aire y al lado tierra, según las necesidades del aeropuerto. Contará con dos partes escalonadas para minimizar el movimiento de tierras y un gran distribuidor central recogerá el núcleo de comunicación desde donde se articularán los dos espacios para las tareas de los empleados de Aena y de otras empresas y entidades.

Los responsables también aprovecharon la visita para comprobar cómo está desarrollándose la lenta recuperación operativa del aeropuerto, una de las 17 instalaciones en el Estado desde las que se puede volar a distintos destinos estatales e internacionales.

Ayer la jornada era muy tranquila, con pocos vuelos, por lo que pasaron escasos pasajeros por los nuevos controles que ha instalado Sanidad Exterior para vigilar el estado de salud de los pasajeros de vuelos internacionales que llegan a Bilbao.

Aena y el Ministerio de Sanidad suscribieron el mes pasado un convenio por el cual se han instalado en los 17 aeropuertos con rutas foráneas diversos aparatos de control e implementado operativas que eviten la infección. Así, en La Paloma, están habilitados dos controles primarios y un tercero secundario para el caso en el que un pasajero sospechoso de estar infectado se deba separar del resto del pasaje para un control más detallado. El equipamiento que está posibilitando hacer más ágil el examen está basado en cámaras termográficas, que leen al instante la temperatura del viajero, y lector de códigos QR para los formularios. Además, el personal de atención de esos controles, siempre está bajo supervisión de funcionarios de Sanidad Exterior.

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La construcción del bloque técnico es compleja al ubicarse sobre un talud con diferentes alturas y acceso, por eso se prolongará durante 31 meses.