Los primeros resultados de los test realizados ayer en Ordizia fueron esperanzadores. Aunque los datos que se conocerán hoy deben corroborarlo, las 91 muestras negativas y que suponen el 10% de las pruebas hechas, mostrarían la ausencia de una transmisión comunitaria que puso en alerta a la localidad guipuzcoana tras un posible foco en un bar de la calle Etxezarreta detectado el sábado. Las indagaciones sanitarias apuntan a un paciente cero llegado desde Lleida -la comarca del Segrià se encuentra confinada a causa de un brote importante del covid-19- que habría estado en el bar Sarri y que habría contagiado a los empleados del establecimiento.

"Aunque hemos diseñado un plan de contingencia ante el peor escenario posible, en estos momentos, con mucha precaución, no parece lo más realista", explicó ayer el alcalde de Ordizia, Adur Ezenarro, quien dio a conocer los primeros datos de los cerca de 900 PCR que realizaron ayer a escasos metros del epicentro del brote. Los 91 resultados que se analizaron dieron negativo, incluidos dos de los tres trabajadores del bar Miami, uno de los cuatro establecimientos cerrados el domingo como medida de prevención.

Esta pequeña muestra confirmaría la ausencia de una transmisión comunitaria que habría hecho tomar medidas al Consistorio y al Gobierno vasco, ya que el virus se podría haber propagado no solo por todo el municipio, sino también por la comarca de Goierri. "Si el escenario es otro, puede complicarse todo mucho", apuntaba por la mañana a este periódico el alcalde de Ordizia antes de conocer los primeros resultados, que no descartaba un confinamiento al igual que ha ocurrido en Catalunya y Galicia.

Vecinos de Ordizia se someten en carpas a pruebas PCR

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Cerca de 700 personas se hacen pruebas PCR en Ordizia y Beasain

Por lo tanto, por el momento, el foco de Ordizia cuenta únicamente con siete positivos, identificados el domingo, y que trabajan en alguno de los centros de hostelería de la calle Etxezarreta o son clientes de los mismos. La consejera de Salud, Nekane Murga, precisó que cada una de esas personas identificadas podría haber estado en contacto con entre 18 y 20 personas de media, por lo que se pidió a toda persona que desde el pasado 27 de junio hubiera estado en la zona que realizase la prueba PCR y se mantuviesen en cuarentena. "Pedimos a la ciudadanía que colabore siendo cada uno consciente de dónde ha estado, que actúe con responsabilidad y solicite y acuda a realizar la PCR si es necesario", señaló Murga.

La llamada surtió efecto, porque de los entre 500 y 700 test PRC que tenían previsto realizar ayer en las diez carpas que instalaron junto a la plaza Barrene pasaron a 900. Una cifra que crecerá hoy, dado que se seguirán realizando pruebas de 10.00 a 17.00 horas. "Es muy pronto porque es una muestra muy pequeña, pero desde Sanidad nos apuntan a que una transmisión comunitaria no parece lo más realista. Aun así, toca ser previsores", recalcaba Ezenarro.

Las indagaciones sanitarias apuntan a un paciente cero llegado desde Lleida como posible origen del brote. Esta persona habría estado en el mencionado bar Sarri y habría contagiado a sus empleados. El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, confirmó esta sospecha afirmando que los casos positivos "serían importados de otra comunidad autónoma" que se habría convertido en un foco "familiar-comunitario".

"Se trata de un brote interesante por varios aspectos. Se inició con importados desde otra comunidad, en un entorno familiar y de amigos y que se ha acabado convirtiendo en familiar-comunitario, de los que llamamos mixtos", puntualizó.

La alarma en Ordizia saltó el sábado cuando se notificaron dos positivos procedentes de otra comunidad autónoma. La conexión de estas dos personas estaba en el bar Sarri de la calle Etxezarreta, por lo que se procedió a su cierre y al test de sus empleados. Puesto que estos dieron positivo el domingo, se decidió proceder al cierre de otros establecimientos cercanos: el pub Haka, el bar Miami y el kebab Elysées.