Más de 340 internos han vuelto a ver a sus familias en la primera semana de desconfinamiento por el covid-19 en las prisiones del País Vasco. Además, un total de 18 internos han comenzado a salir de permiso desde que se publicó la orden del Ministerio del Interior del pasado jueves.

En un comunicado, la Delegación del Gobierno en el País Vasco ha informado que más de 340 internos han vuelto a ver a sus familias en los centros penitenciarios de Euskadi desde la entrada en vigor el pasado jueves de la Orden del Ministerio del Interior para flexibilizar las medidas adoptadas para evitar la expansión del coronavirus en las cárceles.

La orden, que contempla el regreso de las comunicaciones ordinarias, por locutorio, y la reanudación de los permisos de salida, siempre que se disfruten dentro del territorio histórico, solo afecta a las prisiones en fase 1 o 2.

En base a las directrices establecidas, las comunicaciones se realizan "con todas las garantías sanitarias, como la obligación de usar guantes y mascarillas por parte de familiares e internos, la desinfección de los locutorios entre comunicación y comunicación, y una desinfección general una vez por semana".

También se han reducido la capacidad del departamento de Comunicaciones al 50%, aunque las visitas se han ampliado a seis días a la semana en varios turnos, mañana y tarde.

PERMISOS DE SALIDA

Hasta el momento, se ha concedido permiso a 18 presos, y solo después de que estos hayan firmado un escrito para permanecer en observación a su regreso durante 14 días o el tiempo que determinen los servicios sanitarios.

Hasta la fecha un solo interno ha dado positivo por el covid-19 en las prisiones del País Vasco y ya ha recibido el alta médica definitiva.

LAS VIDEOLLAMADAS PERMANECEN

Durante la crisis sanitaria y el cierre de los establecimientos al exterior, la ausencia de comunicaciones se trató de paliar aumentando a 15 el número de llamadas telefónicas a las que tienen derecho los internos, que son gratuitas para aquellas personas sin recursos.

La Delegación ha apuntado que se repartieron teléfonos móviles para la realización de videollamadas. En las prisiones de Euskadi se realizaron más de 2.000 comunicaciones a través de este sistema, que tanto directores como internos han calificado de "éxito".

También ha aclarado que se tiene la intención de regular su uso para que permanezcan como fórmula para las comunicaciones de las personas privadas de libertad.