Cuando el trabajo es una pasión, desengancharse del todo es algo imposible. Fernando Canales continúa cocinando durante el confinamiento y no descansa ni un solo día. Sin embargo, el estrés del restaurante y cocinar a toda velocidad sí que queda de lado. Ahora, el cocinero del Etxanobe puede disfrutar con calma de esta afición, vivir al máximo cada momento de la elaboración del plato y, sobre todo, compartir esos buenos momentos con la familia.

¿Cómo vive un cocinero el confinamiento?

—Cocinando a tope. Estoy cocinando todos los días, no he parado ni uno, ni los sábados ni los domingos y todos los días grabo una receta de patatas que subo a Instagram. El otro día, por ejemplo, hice salmón marinado, unos revueltos de hongos, unas alubias que le mandé a mi hija… Me lo paso en grande y me encanta.

La cocina es mucho más que un trabajo.

—No es lo mismo cocinar en un restaurante para cien personas que hacerlo aquí en casa para mis hijas y mi mujer, es más bonito y tranquilo. Cocinar es una actividad muy entretenida.

Su familia estará bien alimentada estos días.

—Sí, no les falta de nada. El mayor placer del padre cocinero es cocinar para tus hijas lo mejor posible y que te digan: “Aita, qué rico está esto”. No hay más que cocinar para las hijas.

¿Y cómo lleva eso de estar tanto tiempo sin trabajar?

—El trabajo de cocinero me hacía estar mucho fuera de casa y ya me dicen que me han visto más en casa estos dos meses que en toda la vida. Estoy disfrutando mucho y hago muchas cosas con mi familia.

Cuente algunos ejemplos.

—El otro día hice con mi hija la pequeña una especie de cake de chocolate blanco. Me dijo que hasta que no fuera yo no iba a empezar y cuando fui me empezó a pedir todas las cosas. De pinche me tuvo. Pero hicimos un cake riquísimo. También todos los días solemos jugar un partido de fútbol tenis mi hija pequeña y yo. Con la manguera y unos films transparentes para revolver alimentos hemos hecho una red y jugamos todos los días.

Aparte de cocinar, ¿cómo es su día a día?

—Estoy aprendiendo italiano con una aplicación, veo una película todos los días, estoy leyendo novelas, también libros de cocina. Luego, tengo dos perritos y los paseo.

Le faltan horas a su día.

—¡No me da el día! Estoy confinado y no me da el tiempo. Estoy superentretenido y luego el tema de la cocina hace mucho. Tener una afición así te ocupa mucho tiempo y es algo bonito.

Recomiende una receta para estos días, ahora que la gente se anima a cocinar.

—El otro día hice unas patatas en salsa verde con cabeza de merluza. En una fuente de barro se ponen las patatas cortadas en láminas y se pone el horno a 180 grados. Aparte, en una sartén se prepara la salsa verde, que es aceite de oliva, ajo, perejil, harina, un poco de vino blanco y caldo hecho con la cabeza de merluza. Una vez hecha la salsa sobre las patatas y la merluza, que está cocida al hacer el caldo y se parte en cachos, se pone encima. Se mete al horno durante cuarenta minutos y si no te has muerto de placer antes, cómo te cunde.

“No es lo mismo cocinar en un restaurante para cien personas que hacerlo en casa para mis hijas y mi mujer”

“El mayor placer del padre cocinero es cocinar para tus hijas y que te digan: “Aita, qué rico está esto”