Los niños bielorrusos no vendrán este verano a Euskadi. "Con toda la pena del mundo", tal y como asegura Belén Ibarretxe, de la Asociación Acobi, tuvieron que tomar esta contundente decisión. "Creemos que es lo más responsable y cívico", indica.

La pandemia creada a raíz del covid-19 ha robado de lleno el verano de los niños bielorrusos en Euskadi. "Las familias también han acogido la noticia con mucha pena pero es lo que teníamos que hacer. Hemos estado esperando hasta el último momento para tomar la decisión", explica Ibarretxe, que además, cree que los niños notarán el hecho de no viajar a Euskadi porque "como dice la Organización Mundial de la Salud, si pasan unos cuarenta días fuera de su país es como sumarles dos años de vida". Y es que, solo hace falta mirarles a los ojos para ver que la necesidad que tienen de desconectar.

Pese a todo, en Acobi trabajan "a tope" para trasladar la campaña de verano a invierno. "Nos lo estamos planteando, pero tampoco estamos seguros de que podamos hacerlo porque tendremos que seguir esperando a ver cómo se desarrolla todo esto y cuáles son las medidas que siguen tomando".

Disminución de familias Este verano iban a venir casi veinte niños a quince familias de acogida: "Es verdad que cada vez hay menos familias, pero algunas acogen a dos niños. Somos conscientes que ser una familia de acogida también supone gastar más dinero, pero es muy gratificante".

El coronavirus también dejará secuelas en Acobi, por lo que animan a los ciudadanos a poner su granito de arena. "Toda aportación es siempre bienvenida", admite Ibarretxe, quien hace público el número de la cuenta bancaria de la asociación -ES42 2095 0062 1091 0203 4512-, en la que se puede realizar cualquier donación para que la recuperación de las secuelas del coronavirus sea la menor posible. -