MURCIA. La causa es la falta de oxígeno en el Mar Menor, lo que habría llevado a los peces a acercarse a la orilla, muriendo finalmente en la orilla. Detrás de esta falta de oxígeno estarían las lluvias torrenciales que vivió la Región de Murcia en septiembre con el paso de la DANA.

Estas lluvias provocaron la entrada de una gran cantidad de agua dulce en la laguna salada, una agua además que arrastró barro, tierra y matería orgánica.

Al lugar se desplazaron efectivos de Protección Civil, agentes medioambientales y miembros de la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente. La autoridades recuerdan que algunos de estos podrían llevar varios días muertos, por lo que no son aptos para el consumo.