BILBAO. "Hay que romper ese silencio impuesto por la cultura y la educación, y demandar ayuda, en vez de ocultar las dudas y sensaciones", según han expuesto en una ponencia los profesionales sanitarios Antonio Rodríguez y Carmen Molinos durante el XXX Congreso Nacional de Técnicos en Cuidados de Enfermería y Técnicos en Emergencias Sanitarias que se celebra en Bilbao.

Ambos han destacado que la andropausia "no es una enfermedad, ni un defecto, y por tanto, ni se puede prevenir, ni tiene cura", y han indicado que "ni todos los hombres experimentan los mismos cambios, ni los mismos síntomas, ni a la misma edad, por lo que debe tratarse de forma individual".

En el caso de que estos síntomas afecten a la vida cotidiana se puede buscar apoyo profesional "multidisciplinario", que incluye apoyo psicológico para enfrentar esta etapa.

También han apuntado la necesidad de que los hombres dispongan de una terapia de sustitución hormonal, que alcance niveles adecuados de testosterona, que sea bien tolerada y tenga un costo razonable para "prevenir la osteoporosis masculina, y mejorar las funciones sexuales, cognitivas y físicas".

"El 'silencio' dificulta la posibilidad de conocer lo que sucede a los varones en ese momento de transición", han lamentado, y han apuntado que, además, la andropausia "abarca un lapso de tiempo bastante más largo que la menopausia en las mujeres".

Durante el acto de inauguración del congreso, que se desarrolla desde hoy hasta el próximo viernes, la subdirectora de Enfermería del Servicio Vasco de Salud-Osakidetza, Inmaculada Moro, ha reivindicado el papel de la enfermería y de los técnicos de enfermería en el sistema sanitario.

Moro ha resaltado que el "reto" de la sanidad es el envejecimiento de la población, con las consiguientes patologías crónicas y la dependencia. "En ese contexto, los cuidados de los técnicos de enfermería adquieren más protagonismo porque generan salud y tienen impacto en la sanidad y la ciudadanía", ha dicho.