Bilbao - Euskadi es la comunidad con mayor excelencia educativa, según el ranking publicado por Profesionales por la Ética en el que se comparan 58 indicadores. La escuela vasca ocupa el primer puesto del Estado en esperanza de vida educativa a los seis años, tasa bruta de graduados de Bachillerato, número de aprobados en selectividad, menor tasa de abandono temprano, porcentaje de centros concertados, gasto público por estudiante, recursos informáticos y lenguas extranjeras. Además, Euskadi es la tercera comunidad autónoma con mayor tasa de escolarización universitaria, la segunda en graduados de ESO y población adulta que ha completado estudios postobligatorios. Además, tiene la menor tasa de repetición.

La consejera de Educación, Cristina Uriarte, considera que estos resultados son “una muy buena noticia porque este informe avala el trabajo que se está realizando a favor del sistema educativo”. En declaraciones a DEIA, Uriarte considera que “es evidente que nuestra sociedad le da una tremenda importancia a la educación y le estamos dotando de un sistema de garantías. Y aquí tenemos que tomar en cuenta distintos aspectos fundamentales como puede ser la igualdad de oportunidades, la equidad, la escolarización temprana, las pocas repeticiones o la inversión pública por estudiante”. Todos estos indicadores son, en opinión de la consejera, “elementos que avalan a un buen sistema educativo, pero no nos podemos conformar, tenemos que seguir avanzando”.

Y es que, el sistema educativo vasco tiene un claro margen de mejora bajo la lupa de evaluaciones internacionales como la que realiza cada tres años la OCDE con el Informe PISA. En la última edición de 2015, el alumnado vasco pinchó sin paliativos en esta prueba que mide el rendimiento del alumnado de 15 años de varios países en las tres competencias clave: ciencias, matemáticas y lectura. Se bajó en todas y cada una de las materias situándose incluso por debajo de la media de la OCDE y España. En ciencias, Euskadi fue la cuarta comunidad por la cola; en lectura, se situó en el medio de la tabla, ocupando el puesto once de diecisiete. En Matemáticas se salvaron los muebles con un discreto décimo puesto, pero cabe recordar que se obtuvieron 13 puntos menos respecto a la edición PISA de 2012, lo que representa la puntuación más baja desde 2003.