MADRID. La Audiencia Provincial de Madrid juzga la próxima semana a un hombre acusado de intentar matar a su hijo apuñalándole varias veces en su domicilio familiar por negarse a abandonar sus estudios para dedicarse a trabajar, unos hechos por los que se enfrenta a una petición fiscal de catorce años de cárcel.

La Audiencia ha señalado para el lunes el inicio del juicio contra Saliu B., nacido en Guinea Bissau, por la supuesta comisión de un delito de homicidio en grado de tentativa con la circunstancia agravante de parentesco, informa la Fiscalía.

El juicio se fechó para el pasado 29 de enero, pero la sección 17 de la Audiencia madrileña decidió aplazarlo para solicitar un intérprete para el acusado y no vulnerar así su derecho a la defensa, tras pedirle en varias ocasiones y sin éxito que hablara más pausadamente para entender mejor sus expresiones en castellano.

Según el escrito de calificación del fiscal, los hechos se produjeron sobre las 12:30 horas del 7 de noviembre de 2016 en Madrid, cuando el acusado se dirigió al dormitorio de su hijo con el que mantenía "desavenencias ante la negativa de éste a no dejar los estudios y dedicarse a la vida laboral, como le exigía el progenitor".

Ya en el interior del dormitorio, Saliu B. clavó un cuchillo de forma reiterada en la zona del abdomen de su hijo "sin que éste pudiese realizar acto defensivo alguno al hallarse tumbado en la cama y en situación de somnolencia".

El joven se despertó a consecuencia de la agresión y logró acercarse a la puerta del dormitorio que su padre había cerrado con llave, hasta que finalmente cayó al suelo "al abandonarle la fuerza física".

Finalmente, fue su propio padre quien llamó a la Policía para comunicarles lo que había sucedido, y la intervención de los servicios sanitarios evitaron el fallecimiento del joven, que en ese momento tenía 18 años.

La Fiscalía también pide que se prohíba al acusado, que lleva residiendo en España casi veinte años, comunicarse o acercarse a su hijo a menos de 500 metros de su domicilio o lugar de trabajo durante quince años.

Según manifestó a los periodistas el letrado Saliu B., Fernando de Lara, el día que se iba a celebrar la vista oral, las versiones del acusado y de la víctima son "totalmente contradictorias".

También indicó que su defendido alega legítima defensa, pues, según él, la agresión fue producto de un forcejeo cuando intentaba defenderse de su hijo.

Por su parte, el propio Saliu B. manifestó ante los medios: "Yo quiero a mi hijo más que a la vida".