Madrid - El Pacto de Estado Social y Político por la Educación murió oficialmente ayer tras 17 meses de trabajo y sin que se haya logrado elaborar el documento de medidas que el Gobierno debía aplicar en una nueva Ley educativa. PP y Ciudadanos, los únicos partidos que se mantenían activos en este trabajo parlamentario, no pudieron continuar tras el abandono, el pasado marzo, del resto de grupos.

La marcha, primero del PSOE, y luego de Unidos Podemos, PNV, ERC, PDeCAT y Compromís, de este Pacto supone un bloqueo del Pacto. Estas formaciones no confirmaron su abandono de la subcomisión que trabaja en el acuerdo con una petición oficial, de manera que su salida de los trabajos solo se considera una “ausencia” de las reuniones. Esto implica que PP y Ciudadanos no pueden cambiar el sistema de votación acordado para aprobar las medidas del Pacto. Es decir, que sigue estando vigente la necesidad de que las iniciativas sean apoyadas por tres quintos de los miembros del órgano, una cifra que los populares y la formación naranja no alcanzan solos.

A pesar que ambos partidos mostraron su intención de llegar hasta el final del Pacto y llevar un documento consensuado a la votación en el Pleno, finalmente, no pudieron continuar. En los dos últimos meses han avanzado en el informe, pero sin poder aprobar ninguna de las medidas. Ambos partidos, según señalaron las mismas fuentes, esperaban que esta situación pudiera solucionarse.

Ahora, cuando llega la necesidad de ampliar el plazo de trabajo, es cuando PP y Ciudadanos se vieron bloqueados, definitivamente, para poder continuar.

La subcomisión para lograr este acuerdo en materia educativa y elaborar una nueva normativa de Educación fue aprobada en diciembre de 2016, ya con poco consenso entre los partidos. Mientras populares, socialistas y naranjas apoyaron la creación de este órgano, Unidos Podemos, PNV y los partidos catalanes decidieron abstenerse al considerar que, antes de iniciar los trabajos, había que derogar la Lomce.

A lo largo de 17 meses de trabajo, los diputados escucharon a más de ochenta expertos que trasladaron sus peticiones para la nueva legislación. Una vez terminada esta fase, abierta al público, los partidos iniciaron las reuniones a puerta cerrada para comenzar a redactar el informe. Durante este periodo, las relaciones entre los grupos no mejoraron, y, desde el principio se diferenciaron dos bloques: PP y Ciudadanos y el resto de partidos. Y así el acuerdo ha sido imposible. - Efe