Bermeo - Las buenas capturas de bonito y cimarrón obtenidas durante la campaña de este año no ocultan la preocupación de los arrantzales vascos por la creciente actividad de buques de Francia e Irlanda que faenan a la pesca de túnidos mediante el empleo de redes de arrastre pelágico. “Estamos preocupados y contrariados por el perjuicio que provoca en el recurso la actividad incontrolada de los pelágicos. Nosotros faenamos durante el día y ellos nos persiguen para largar sus redes durante la noche” explica Eugenio Elduaien quien reclama la adopción de medidas para evitar posibles enfrentamientos en la mar, tal y como sucediera hace años en la campaña de la anchoa. “Hay que tomar cartas en el asunto. Estos dos últimos años ha habido abundancia de bonito y no se han producido incidentes pero llegará un día en que haya poco pescado y tengamos que faenar en una zona reducida y podría pasar cualquier cosa” añade. Los arrantzales denuncian la gran cantidad de pescado que arrojan al mar los buques pelágicos en contra de la Política Pesquera Común que apuesta por lograr un descarte cero en todos los buques de la flota comunitaria.

“En Bruselas se les llena la boca con la necesidad de realizar una pesca responsable y sostenible pero al mismo tiempo permiten que los buques pelágicos pesquen sin control arrojando toneladas de pescado por la borda. Esto no puede seguir así. Hay que buscar una solución mediante el establecimiento de periodos o zonas de pesca para cada flota”. El viceconsejero de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria coincidió con el presidente de las cofradías guipuzcoanas en la necesidad de adoptar medidas para evitar posibles fricciones. “Estamos hablando con Madrid sobre este tema pero más allá de las medidas que se puedan adoptar, el consumidor tiene en su mano la posibilidad de apoyar la pesca responsable de nuestros arrantzales adquiriendo pescado con la etiqueta Eusko Label” aseveró Bittor Oroz. - R. B.