donostia - En Euskadi cada año son detectados alrededor de 1.450 casos nuevos de cáncer de mama. Se trata del tumor maligno más frecuente en la mujer y su incidencia no deja de crecer, de manera lenta pero progresiva. Hasta aquí la versión más amarga de una patología que ofrece otra cara mucho menos agresiva. Hay vida tras esta enfermedad que ofrece un buen pronóstico. Tanto es así que cuando se diagnostica en estadios iniciales, la tasa de curación es mucho más alta y la supervivencia a los diez años está por encima del 90%.

Así lo expuso ayer la doctora de Onkologikoa María Jesús Michelena en una rueda de prensa en Donostia con motivo del Día Mundial de esta enfermedad, que se conmemora pasado mañana. Comparecieron junto a ella el consejero de Salud, Jon Darpón; la diputada de Políticas Sociales de Gipuzkoa, Maite Peña, y Txaro Beobide, presidenta de la asociación Katxalin, que “tanto esfuerzo ha realizado durante los últimos años” para presentar sensibilizar a la sociedad.

Durante los últimos quince años se ha constatado que el cáncer aumenta un 1,5%, con una progresiva tendencia al alza relacionada con el incremento de la esperanza de vida, el mayor número de mamografías realizadas y también unos hábitos que no contribuyen en nada a mejorar la salud, como es la falta de ejercicio y la creciente obesidad.

El cáncer de mama no presenta diferencias significativas en los tres territorios de la CAV, aunque sí hay un común denominador: su buen pronóstico. “Ha mejorado en todos los tramos de edad y de manera significativa entre las mujeres de 50 a 69 años”, resaltó el consejero. Los datos del Registro de Cáncer sobre la evolución de la supervivencia reflejan que se ha pasado del 83,4% (periodo 2000-2004) al 86% en 2010-2012. Los últimos estudios la sitúan incluso por encima del 90% cuando la enfermedad es detectada en su fase inicial.

Darpón subrayó la importancia de la detección temprana y lanzó “un mensaje de esperanza” para las mujeres afectadas en Euskadi. “En un día como hoy es importante recordar que el impacto de la enfermedad en las mujeres está siendo menor, ya que reciben tratamientos más personalizados, más efectivos y menos agresivos”, subrayó.

Michelena abundó en la misma dirección al señalar que la atención clínica ha mejorado “muchísimo”. Según expuso, “se habla de cáncer como si fuera un todo, pero no todos los cánceres son iguales. Cada uno tiene sus características y cuando se diagnostica hay que analizar muchas variables para elegir el mejor tratamiento posible”.

Cribado y tratamiento El Programa de Detección Precoz, a lo largo de sus 22 años de actividad en Euskadi, ha incorporado nuevos recursos asistenciales e importantes avances en todas las etapas del proceso, tanto del cribado como en la fase de confirmación diagnóstica y el tratamiento.

La adhesión de las mujeres vascas al programa es hoy en día mayoritario, a pesar de lo cual Darpón hizo un llamamiento a ese 20% de mujeres que todavía no participa. “Es importante que lo hagan, ya que en la actualidad es la única herramienta de prevención para hacer frente a la enfermedad”, les advirtió.

La población diana del programa es de 322.821 mujeres vascas -174.066 en Bizkaia, 102.302 en Gipuzkoa y 46.453 en Araba- de una edad comprendida entre los 50 y 69 años. También se incluye en este colectivo las que tienen entre 40 y 49 años, con antecedentes familiares de cáncer de mama de primer grado.

Los datos corroboran la implicación del sistema sanitario vasco con esta enfermedad durante los últimos años. Desde el inicio de la actividad del programa de detección precoz, en noviembre de 1995 y hasta junio de 2017, se han detectado 8.648 cánceres, se han realizado más de dos millones de citaciones (2.325.854) y un total de 1.867.088 mamografías. Durante el año pasado, a través del programa, se detectaron 625 nuevos casos, una cifra similar a la del año pasado.

El consejero subrayó que desde el Departamento de Salud no se bajará la guardia ni se escatimará ningún esfuerzo. “Seguiremos apostando por el programa de Detección Precoz y por todos los que actualmente tiene Osakidetza, garantizando el acceso en condiciones de igualdad”. Darpón expuso que el año pasado se destinó a la fase de cribado casi 5,4 millones de euros. En la actualidad, el programa de detección precoz cuenta con una unidad de gestión, once de cribado, siete de valoración y otros tantos hospitales de referencia. En ellos, los comités de mama en sesiones clínicas semanales establecen el seguimiento de lesiones sospechosas.

Incidencia. Cada año se detectan en la Comunidad Autónoma Vasca 1.450 casos nuevos de cáncer de mama.

Supervivencia. Hoy más que nunca es posible superar la enfermedad. La supervivencia de esta patología es cada vez mayor hasta situarse en el 86%, que llega a alcanzar el 90% en los estadios más tempranos.

Detección precoz. Durante las dos últimas décadas se han detectado 8.648 cánceres, se han realizado más de dos millones de citaciones (2.325.854) y un total de 1.867.088 mamografías. Durante el año pasado, a través del programa, se detectaron 625 nuevos casos, una cifra similar a la del año anterior.