BILBAO. “Orgullosa del tejido asociativo que tenemos en Bizkaia”, Itziar Ceballos, gerente de Avifes (Asociación Vizcaina de Familiares y Personas con Enfermedad Mental), valora positivamente que los II BBK DEIA Elkartasun Sariak den “visibilidad” a todo el trabajo que desarrollan diferentes entidades social. Desde su visión resalta el esfuerzo que se pone para “transformar la realidad” de todas aquellas personas que participan en asociaciones.

Son más de tres décadas desde que Avifes comenzó a funcionar.

-Surgió por la necesidad de un grupo de padres y madres de personas con enfermedad mental. Vieron que había que dar una respuesta y necesitaban recursos y apoyos que en esa época no existían.

¿Qué tipo de recursos necesitan los enfermos mentales?

-Las personas que sufren trastornos mentales presentan necesidades sanitarias y sociales. En el ámbito sanitario requieren de tratamientos médicos pero también necesitan que se les apoye a desenvolverse en su vida en sociedad. Además de toda la sintomatología de la enfermedad, está el estigma social que sufren y ese rechazo social provoca que no pidan ayuda y se aíslen mucho más, con lo que la situación se agrava.

A nivel social, ¿qué redes se tejen?

-Tenemos una red de centros de día que son siete, con 270 plazas. Además, contamos con catorce pisos tutelados para ofrecer un domicilio en el que puedan vivir en comunidad con los apoyos necesarios. También hay espacio para todas las actividades de ocio, de deporte... Es una red amplia de servicios que se van tejiendo porque cada persona es única y en cada momento de su vida necesita unos apoyos determinados.

¿Las necesidades cambian en función de la edad?

-Sí. En estos años hemos ido adaptando muchos recursos, reivindicando otros. Ahora está surgiendo el tema del envejecimiento porque nuestras personas envejecen y sus familiares también. Estamos trabajando en los apoyos de la vida independiente a través del programa Etxebest, para que puedan vivir en sus domicilios con los apoyos externos. Pero ahora también estamos muy preocupados por los jóvenes. Iniciamos el programa Gazteori de atención a los jóvenes porque tienen unas características muy determinadas al estar en un ciclo vital muy complicado.

¿Por qué?

-La enfermedad mental puede aparecer a lo largo de su vida pero se da con mayor frecuencia en la adolescencia y primeros años de juventud. Ahí sería perfecto iniciar el abordaje. Sin embargo, muchas veces el estigma, el ocultismo sobre la enfermedad de la mente todo eso lleva a familias y personas afectadas a no pedir ayuda. La idea que estamos poniendo ahora es que esas personas salgan, pidan ayuda y se les dé la respuesta adecuada.

¿A las personas les da vergüenza pedir ayuda?

-Sí. Todavía hay muchas personas que han sentido el rechazo. Muchos de nuestros jóvenes son víctimas del acoso escolar por su retraimiento, por su aislamiento porque muchas veces el comportamiento que tienen no es el estandarizado. Es ahí donde tenemos que ir abordando poco a poco.

¿Cómo se lucha para borrar el estigma social?

-El estigma viene de la mano del desconocimiento, de la asociación de ideas que muchas veces no se corresponde con la realidad. Las iniciativas tienen que ser para que nuestra gente ocupe el espacio que le corresponde en la sociedad.