IRUÑA . La Policía Municipal de Pamplona ha entregado en el Juzgado de Instrucción número 4 de la capital un informe ampliatorio con el volcado de datos de los teléfonos móviles de los cinco procesados por la violación en grupo del día 7 de julio en plenos Sanfermines. También se han analizado las tarjetas de memoria y del teléfono de la víctima que aparecieron en el portal donde se produjeron los hechos. En los mensajes que ahora transcriben los agentes después de analizar el contenido de los smartphones de los acusados se observa que cuatro de ellos, junto a otros amigos de Sevilla, comparten un grupo de Whatsapp que se denomina Manada. Precisamente en este grupo, uno de los acusados, José Ángel P.M., fácilmente reconocible por su complexión rechoncha, al que llaman El Prenda (lleva el apellido tatuado en la tripa) y perteneciente al grupo ultra Biris del Sevilla, ya comenzó a realizar comentarios solo hora y media después de los hechos de que los cinco sevillanos que habían acudido a Sanfermines habían estado en grupo con una chica. No decía que la hubieran agredido, pero el juez tras ver los hechos, no tiene duda de ello. En los mensajes ahora expuestos El Prenda escribe en un estado eufórico y cuenta lo siguiente a los amigos que se encuentran en Andalucía: “Buenos días. Follándonos a una entre los cinco (risas). Todo lo que cuente es poco. Puta pasada de viaje. Hay vídeo”. Lo que estaba anunciando el procesado es que uno de ellos, en concreto el guardia civil Antonio Manuel G.E., había procedido a grabar la presunta agresión sexual. De hecho, en una de las imágenes del informe ampliatorio de la Policía se puede ver al acusado, El Prenda, con el culo al aire, en una imagen en la que parece jactarse de la víctima.

“OS ENVIDIO” El grupo de la aplicación de mensajería instantánea en el que comparten sus comentarios con otros amigos no volvió a tener actividad, según la Policía, hasta primera hora de la mañana. Fue entonces cuando los amigos que se encontraban en Sevilla leen el mensaje de El Prenda y uno de ellos le responde: “Cabrones, os envidio. Esos son los viajes guapos (risas)”. Sin embargo, a este comentario no le siguen más respuestas de los que se encontraban en Pamplona porque, precisamente, a esa hora, sobre las 10.00 horas, ya habían sido arrestados en la actuación conjunta entre Policía Foral y Policía Municipal.

En el informe ahora facilitado, y que recopila también los horarios y pasos desde que la joven víctima, una chica de Madrid de 19 años, se pone a hablar con los cinco acusados, se vuelve a confirmar que estos estaban juntos en todo momento. Es decir, la investigación tira por tierra la posibilidad de que solo hubiera cuatro intervinientes (era un dato que la víctima no recordaba con certeza, si eran cuatro o cinco los agresores, pero en todas las pruebas y grabaciones se ve a los cinco).

Se van y hablan con más chicas

En el repaso del recorrido desde la Plaza del Castillo (donde uno de los sevillanos se fotografía con la joven) -donde empieza la conversación entre los acusados y la víctima-, el paso por el hotel Leyre -donde ellos piden habitación y son despachados- y la llegada al portal 5 de Paulino Caballero apenas transcurre media hora. Tras la agresión, que se comete sobre las 3.00 horas, la Policía resalta que a las 3.21 horas los cinco procesados salen del portal. Tres minutos después lo hace la chica. A las 3.27 horas varias cámaras en la zona del Monumento al Encierro graban a uno de los encausados hablando con otra chica, a la que le acompañan dos amigas. Al acusado, Alfonso Jesús C.E., se le acercan sus otros cuatro amigos y tres minutos después abandonan el lugar hacia la avenida Carlos III. A las 3.44 horas, llega una dotación de Policía Municipal después de que la chica fuera atendida por una pareja que pasaba por el lugar y alertaran de los hechos.

PERICIAL DEL VÍDEO En los avances de la instrucción, el juez ha encargado a la Policía Foral que realice una prueba pericial de la grabación en vídeo que hicieron los acusados. Se trata de cotejar si ha podido ser difundida, manipulada y de encajar bien los hechos en cada procesado. Precisamente esta grabación ha sido de nuevo solicitada por uno de los abogados defensores ante la Audiencia. El juez denegó entregar el vídeo a las partes anteponiendo el derecho a la intimidad a su difusión por las duras imágenes que ahí se pueden ver.